El diputado por las islas de Lanzarote y La Graciosa y presidente insular de Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-bc), Yoné Caraballo, ha querido solidarizarse con los y las lanzaroteñas que sufren los constantes cortes de agua y que ven vulnerado su derecho a acceder a este bien esencial.
Para Caraballo, “cada día nos levantamos en Lanzarote con localidades enteras sin poder acceder al agua, situación que se prolonga días e incluso semanas afectando a la calidad de vida y a los bolsillos de los vecinos que deben comprar gran cantidad de agua embotellada para los hábitos cotidianos”.
Según el canarista, “ya no hablamos meramente de una problemática técnica o logística, sino de una vulneración constante del derecho a la población a acceder al agua, un derecho, comenta Caraballo, “interpretado por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de Naciones Unidas como el derecho de todos los humanos a disponer de agua suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible para el uso personal y doméstico”.
Así, desde NC-bc reclaman al Cabildo de Lanzarote y al Gobierno de Canarias “medidas urgentes y eficaces que mitiguen esta vulneración del derecho a acceder al agua, dado que esta situación pone en riesgo el bienestar de la población, su calidad de vida y su economía familiar”.
“De proseguir con esta vulneración de un derecho humano básico, desde NC-bc nos planteamos organizar junto a los afectados acciones legales que hagan responder a los encargados de garantizar este bien a la población, entendiendo que los máximos responsables son el Consorcio Insular y la empresa adjudicataria del servicio, Canal Gestión”, apunta Yoné Caraballo, que recuerda que “las promesas tanto del presidente Fernando Clavijo, que prometió en su discurso de investidura acciones inmediatas en materia hídrica; como el del presidente del Cabildo, Oswaldo Betancort, que anunció diversas inversiones, han quedado en nada”.
Por otro lado, desde NC-bc proponen que el Consorcio Insular de Agua planifique una red insular de fuentes públicas que permita acceder al agua potable a los/as lanzaroteñas, con el fin de “democratizar” el agua, mitigar los efectos de las olas de calor y asegurar el abastecimiento de los vecinos que sufren los cortes y deben realizar gastos de agua embotellada”.
“No es lógico que, en una isla como Lanzarote con altas temperaturas durante todo el año, no poseamos una red de fuentes públicas accesibles a la ciudadanía, más cuando se supone que el agua es pública y está considerada como potable”, señala Yoné Caraballo, que ve en esta propuesta “una medida de justicia social para los lanzaroteños que pagan mensualmente sus facturas del agua y no reciben la calidad del servicio que se debiera”.