El imponente escenario de la cueva de Jameos del Agua se convirtió este viernes en el epicentro de un evento trascendental para la isla, la presentación de la nueva marca: “Lanzarote, la isla diferente”.
Mientras el público terminaba de ocupar sus asientos, la modelo lanzaroteña Helen Lindes sorprendió a los asistentes con su presencia y su voz como maestra de ceremonias y con su interpretación de una reflexión del artista César Manrique mientras bajaba las escaleras del auditorio y daba inicio al acto que contó con el arrope de más de 300 invitados del sector empresarial turístico y representantes públicos de las instituciones insulares y autonómicas.
“Somos muy afortunados, la verdad”, confesó una emocionada Helen Lindes tras la pieza de danza contemporánea de un grupo de bailarines al son de El verano de Vivaldi, escenificación que precedió a la proyección de un vídeo que captura la esencia de la nueva marca, el cual fue comentado por Héctor Fernández, como consejero delegado de SPEL-Turismo Lanzarote, y Enrique Ruiz de Lera, subdirector adjunto de Marketing Exterior de Turespaña.
Durante esta interacción, se entabló un diálogo sobre el valor de la marca y la proyección de la isla, destacando su singularidad y potencial turístico y calificando de “moderna, minimalista, rabiosamente actual y muy versátil a la nueva imagen”.
El presidente del Cabildo de Lanzarote, Oswaldo Betancort, encabezó la presentación de la nueva identidad turística de la isla subrayando la importancia de este momento para Lanzarote. «Hoy, ante ustedes, estamos definiendo un nuevo rumbo para nuestra isla», afirmó el presidente del Cabildo, enfatizando la relevancia de la nueva imagen de destino Lanzarote en un contexto de cambio y reflexión.
“La nueva marca representa un paso audaz hacia el futuro de Lanzarote, en consonancia con el proyecto de recualificación del destino y enfocado en valores como la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente”, remarcó Betancort, resaltando la importancia de saber transmitir la singularidad y fragilidad de Lanzarote a los que nos visitan, y anunciando el próximo lanzamiento de una campaña publicitaria de concienciación sin precedentes.
«Estamos ante un momento crucial en la definición de nuestra identidad como isla turística», destacó el presidente del Cabildo, poniendo en valor la colaboración entre distintos actores para llevar a cabo este proceso de cambio.
Con los desafíos futuros en mente, incluyendo la regulación del alojamiento y la protección de los espacios naturales, Betancort reafirmó su compromiso y el de su equipo de Gobierno, con un modelo turístico equilibrado y sostenible.
En un cierre emotivo, el presidente Betancort agradeció la participación de todos los involucrados en este proceso y expresó su deseo de que la nueva marca Lanzarote continúe siendo un referente de autenticidad en el mundo del turismo.
Con estas palabras, la presentación de la nueva marca Lanzarote llegó a su fin, dejando a los asistentes con una sensación de optimismo y orgullo por el futuro de la isla en un día que quedará grabado en la memoria colectiva y en el que se recordó el legado de César Manrique.
Dentro del modelo turístico español, basado en el desarrollismo y la explotación del sol y la playa, Lanzarote siempre ha mantenido su singularidad. Hasta cierto punto, Lanzarote ha desarrollado un modelo turístico propio, de integración de la actividad turística en la naturaleza, que ha sido capaz de valorar y respetar la esencia de la isla.
Inspirado por la figura de César Manrique desde finales de la década de los 60, Lanzarote ha sido un destino innovador y precursor de las tendencias de sostenibilidad, caracterizado por la combinación de arte, cultura y naturaleza.
La recuperación turística tras la pandemia generada por la covid-19 junto con la vuelta de la masificación turística asociada a la nueva normalidad, pone a Lanzarote, posicionada en el ámbito de la sostenibilidad, ante retos de competitividad y crecimiento.
Si bien Lanzarote es una referencia internacional en turismo sostenible, se enfrenta al desafío de integrar la actividad turística y a sus stakeholders en el modelo socioeconómico insular.
El ciclo de vida de la marca está en un momento crítico de madurez clave para su futuro y necesita un proceso de rejuvenecimiento de su imagen de marca para volver a impulsar un nuevo ciclo de crecimiento.
El futuro de la marca pasa por encontrar la manera de conciliar el crecimiento de la actividad turística con los criterios de sostenibilidad y responsabilidad que exigirán los viajeros y la ciudadanía del futuro.
Lanzarote es una isla diferente porque ha conseguido integrar la actividad turística en la naturaleza y en el paisaje de la isla a través de la creatividad artística.
Bajo el paraguas que ofrece la marca Islas Canarias ‘El mejor clima del mundo’, Lanzarote ha buscado la diferenciación del resto de marcas insulares. Una diferenciación respecto al sol y playa ‘puro’, que permita una segmentación de la oferta más cercana a la naturaleza, la sostenibilidad y la calidad. Estos tres valores son los que definen la singularidad de Lanzarote.
Resaltar también la conexión emocional con la población. El orgullo de los lanzaroteños por su tierra forma parte de la cultura de la isla. La población quiere a su isla y para ellos no existe otra igual.
Los 3 pilares de la marca: sostenibilidad, naturaleza y calidad, son el eje vertebral de la marca y refuerzan el posicionamiento de la isla expresado en el claim de marca “La Isla diferente”. Esa “diferencia” sostenible, paisajística y de servicios la hace única y singular.
El posicionamiento y sus pilares transversales convierten a Lanzarote en un destino aspiracional alineado con las tendencias turísticas de futuro como son el impacto positivo en el entorno, el aumento de la conciencia colectiva, la búsqueda de la trascendencia, el valor del individuo, la ética, los valores diferenciales, la inclusión y la sostenibilidad.
Nuestra historia empieza en los años 60 con una visión y con un artista como César Manrique comprometido con la naturaleza y la sostenibilidad. Una transformación que pasa por impulsar y mantener un patrimonio natural y cultural autóctono junto al esfuerzo y compromiso de un pueblo por un ideal, el amor a su tierra.
Dice una frase famosa que “el futuro pertenece a aquellos que creen en la belleza de sus sueños”. Y eso es Lanzarote, el sueño de la naturaleza hecho realidad. Belleza, sostenibilidad, arte, sensibilidad, magia, cultura, respeto,… un destino al que aspiramos visitar en nuestros sueños. Un lugar en el que reconectar con la tierra y alimentar nuestro espíritu. Lanzarote es una isla que no se parece a ninguna otra. Es la isla diferente. Una auténtica obra de arte que hoy redefine el concepto de calidad asociándolo a un entorno volcánico que es Reserva de la Biosfera, a un patrimonio cultural y artístico material e inmaterial, a una cultura gastronómica propia y singular y a un conjunto de experiencias auténticas que sólo pueden vivirse aquí.
El símbolo del logotipo es una interpretación semi-figurativa de la singularidad paisajística de la isla (las formas angulosas, cónicas, de su irrepetible paisaje volcánico) reinventada en clave moderna.
Iluminada por una paleta de tonos magnéticos y luminosos, inspirada directamente en la riqueza natural y artística de la isla, nos remite al legado cultural de César Manrique, fusionando el concepto de naturaleza y arte.
La personalidad del símbolo fractal y la paleta cromática exclusiva al destino, potencian el concepto de Lanzarote como la “Isla diferente”. Una paleta cromática radiante, magnética, inspirada directamente en la singularidad paisajística y cultural de la isla.
A la marca principal, la acompañan los relatos correspondientes a las 5 submarcas de Turismo de Lanzarote, articulados en función de la actividad de la submarca incorporando los pilares que conforman la marca y que han sido desarrollados en el Brand book: Lanzarote Sports Destination, Lanzarote Convention Bureau, Lanzarote Music Festivals, Lanzarote Film Commission y Lanzarote Superyacht Destination.