Siempre he creído en SS. MM. los Reyes Magos, y siempre ha sido para mi este un día muy especial.
Ya a mi edad, no les pido el juego de carpintería que me trajeron cuando tenía 10 años, ni las zapatillas Adidas Handball de cuando los 20 años. Tampoco ropa como a los 30, ni el ordenador de los 40 años.
Hoy, mi carta a Melchor, que siempre ha sido mi rey favorito, es la siguiente:
Lo primero, salud, tanto física como mental.
Lo segundo, poder arreglarme pronto la dentadura, para mantener una buena calidad de vida.
Lo tercero; que Pedro Sánchez cumpla lo que prometió de hacer 43.000 viviendas asequibles, para que las familias humildes puedan acceder a una (como hicieron mis padres cuando yo era niño) y vivir dignamente, y para que los jóvenes que quieran emanciparse puedan hacerlo.
Esto no creo que sea tan difícil pues Franco, en una época de posguerra, hizo, solo en mi barrio de Titerroy, 820 viviendas sociales en apenas 10 años, entre el año en que yo nací y 1967.
También, ahora que estamos en Democracia, que quienes se presentan voluntarios para gobernar nuestros intereses y nuestros impuestos, cumplan con las promesas que nos hacen y por las que les votamos. También, que luego, cuando llegan al poder, se conformen con el sueldo que tienen y no roben.
Por supuesto, también le pido a los Reyes Magos que intercedan para que reine la solidaridad y la tolerancia entre todos y sepamos acoger entre nosotros a quienes llegan desde otros lugares. Así como de bien fueron acogidos nuestros abuelos y bisabuelos cuando se vieron obligados a emigrar.
Por último, que reine la paz y la concordia en el mundo, en España, en Canarias, y que los políticos se dejen de tirarse «fango» unos a otros y dediquen su tiempo y sus esfuerzos en llegar a buenos acuerdos en bien del interés general.
¡Muchas gracias por adelantado a Melchor, Gaspar y Baltasar!