Lionel Morales ha querido hacer de los Juegos Paralímpicos de París un recuerdo imborrable para su pareja, Jessica Sartori, y para él.
Más de dos siglos después de que la Place de la Concorde fuera testigo imperecedero de la alborotada Revolución Francesa, se convertía en el escenario para el colorido arranque de los Juegos Paralímpicos.
El triatleta lanzaroteño, a apenas un par de días de la carrera más importante de su vida, ha conseguido que la cita parisina, en la habitualmente llamada “Ciudad del amor”, sea también un día que jamás olvidarán ni el ni la que próximamente será su esposa.
El momento era el idóneo. Ceremonia de inauguración de los Juegos Paralímpicos de París, nacida, al igual que la de los Juegos Olímpicos de hace un par de semanas, de la mente de Thomas Jolly. Se celebraba por primera vez fuera de un estadio con la participación de la representación de 4.400 atletas de 168 delegaciones participantes que en un par de atardeceres empezarán a luchar por las medallas en veintidós deportes paralímpicos. Un desfile inolvidable, repleto de luz, color y alegría, con la fuerza aérea francesa dibujando en el cielo de París la bandera de Francia y proporcionando protagonismo al histórico Arco del Triunfo, como fondo inigualable para la inauguración. La banda sonora la ponían, entre otros, Christine and the Queens y la mascota paralímpica, Phryge, que tiene una prótesis como la del triatleta lanzaroteño, corría armado con una sonrisa eterna, por la plaza de la Concordia, en pleno corazón de París. Y de corazones iba la cosa, al menos hasta que Lionel Morales se zambulla en el manido Sena. Se posicionó junto a su novia para una foto con París como telón de fondo y sacó su romántico plan a pasear. Rodeados de compañeros del equipo olímpico español, cómplices del conejero en la aventura y ante la sorprendida y curiosa mirada de los viandantes, Lionel, tan nervioso como decidido, se arrodillaba ante Jessica y le proponía matrimonio. Ella, al principio incrédula, se echaba las manos a la cara para, poco después, decir el “sí, quiero” a Lionel y provocar el aplauso feliz de todos los que asistían al momento.
El Presidente del Comité Organizador de París 2024, Tony Estanguet, daba la bienvenida en su discurso a todos los presentes «al país del amor y al país de la revolución. No se preocupen: esta noche no habrá asalto a la Bastilla, ni guillotina. Porque esta noche empieza la más bella de todas las revoluciones: la revolución paralímpica”. También empezaba, sin duda, una nueva vida para Lionel Morales y Jessica Sartori. Ahora solo falta saber, esperemos que sí, si Lionel vuelve a Lanzarote con un metal olímpico colgado del cuello además del anillo de compromiso.