La Romería de Los Dolores, celebrada este sábado 14 de septiembre, volvió a ser un rotundo éxito, congregando a miles de peregrinos y devotos que se dieron cita en Mancha Blanca para rendir homenaje a Nuestra Señora de Los Dolores, patrona de la isla y también conocida como la Virgen de los Volcanes. La jornada destacó por su organización, la masiva afluencia de caminantes y la gran acogida por parte del pueblo de Tinajo.
El Cabildo de Lanzarote, a través de su presidente, Oswaldo Betancort, expresó su más sincero agradecimiento al pueblo de Tinajo y al Ayuntamiento por la cálida acogida y su inestimable colaboración en la organización de este evento. «La Romería de Los Dolores no solo nos conecta con nuestras raíces, sino que también nos permite fortalecer el vínculo entre nuestros pueblos. La hospitalidad y el espíritu de Tinajo han sido claves para el éxito de esta festividad», afirmó Betancort.
Asimismo, el presidente del Cabildo quiso expresar su “más profundo agradecimiento a todos los cuerpos y fuerzas de Seguridad, así como a los voluntarios, que han trabajado incansablemente para garantizar que la Romería de Los Dolores se haya desarrollado en un ambiente de tranquilidad y respeto”. “Su labor ha sido fundamental para coordinar el flujo de miles de peregrinos y visitantes, asegurando la seguridad de todos los asistentes durante esta jornada tan especial para nuestra isla”, añadió.
Por su parte, el consejero de Cultura, Jesús Machín Tavío, destacó la importancia de mantener viva esta tradición. «La Romería de Los Dolores es una manifestación de nuestra identidad cultural y de nuestra devoción, y gracias al esfuerzo conjunto de las instituciones y del pueblo de Lanzarote, hemos logrado que este evento siga siendo un referente para toda Canarias», señaló.
Tras la romería se celebró la tradicional ofrenda a la Virgen de Los Dolores que rememora el milagro de 1736, cuando la lava de una erupción volcánica se detuvo ante la presencia de la imagen de Nuestra Señora de Los Dolores.
La entrada a la Plaza de Mancha Blanca estuvo marcada por la emoción y devoción de todos los asistentes, consolidando una vez más la romería como una de las más significativas de todo el archipiélago canario.
El Baile del Romero puso el broche final a la noche con música y alegría. Las parrandas locales y de otras islas, como Guantesive, Son del Norte y El Golpito de Lanzarote, junto con El Callao de Fuerteventura y Pa’lante de Gran Canaria, animaron la celebración con su característico folclore, manteniendo viva la esencia de esta tradición.