Lanzarote tiene un límite llama nuevamente a la movilización ciudadana

Comunicado íntegro de «Lanzarote tiene un límite»:

La plataforma ciudadana Lanzarote tiene un límite, convocante de la manifestación celebrada en la isla el pasado 20 de abril de forma paralela con las ocho Islas Canarias, secundadas en ciudades de España y fuera del país, llama nuevamente a la movilización social para reclamar acciones políticas que redunden en la mejora de la calidad de vida de los residentes y en la conservación y regeneración del medio natural.Los integrantes de esta plataforma, que recuerdan que no están en contra del turismo pero sí del turismo de masas y sin control, lamentan que no se esté escuchando a la ciudadanía y continúen los proyectos desarrollistas urbanísticos, no solo en zonas turísticas sino en todo el territorio insular, combinados con el incremento desmesurado de gastos en fiestas y eventos musicales que generan serios problemas de salud a causa del ruido constante.

“Queremos insistir en nuestro rechazo a la forma especulativa e irresponsable de hacer política, celebrando el incremento de la llegada de turistas cuando hemos dicho que queremos parar y plantearnos la posibilidad de decrecer; maquinando para legalizar obras y hoteles con sentencia condenatoria que roba suelo y acceso público al mar, como es el caso del hotel Papagayo Arena; y despilfarrando dinero público en fiestas”.

Todo ello, continúan, sin que las administraciones públicas inviertan en la mejora de la gestión ambiental en una isla pequeña y frágil, que vive también de su paisaje, ni destinen los recursos necesarios para mejorar factores básicos como el abastecimiento de agua, con cortes del suministro que se llevan a cabo en prácticamente todos los pueblos de Lanzarote, excepto en las zonas turísticas.

Además, mientras se publica que la facturación del sector turístico desborda las previsiones y se elogia los aumentos de la recaudación en los Centros de Arte y Cultura y Turismo (CACT) de Lanzarote, sufrimos el serio problema de la dependencia alimentaria, el elevado precio de la cesta de la compra, el casi imposible acceso a la vivienda o las listas de espera y la falta de recursos en el sistema sanitario.

“Exigimos una gestión más eficaz de los servicios básicos que los políticos y la administración deben facilitar a la ciudadanía. Hablamos también de los problemas crónicos en educación relacionados con la conciliación familiar, coste de materiales y la escasez de plantilla, al tiempo que exigimos un sistema de transporte público integral y operativo y una mejora considerable de la gestión de residuos, en la que apostamos por la reducción del consumo”, añaden.

“No hay planeta B y no hay Lanzarote B. Luchamos por la conservación del entorno natural, luchamos por nosotros y luchamos por nuestros hijos y nietos, y no aceptamos los discursos engañosos de los políticos”.