Viernes para recordar en Puerto Calero gracias al cantante español Momo Cortés y su banda que ofrecieron un exquisito recorrido por la vida musical del maestro Freddie Mercury y sus éxitos con Queen, para que el público totalmente entregado terminara convirtiéndose en parte esencial de este concierto de dos horas promovido por el Ayuntamiento de Yaiza como oferta de ocio en Semana Santa con la colaboración de Centros Turísticos del Cabildo de Lanzarote y Calero Marinas.
Solo hizo falta la primera canción del repertorio para que Momo, intérprete y pianista, tuviera a la asistencia de su lado, secundado por la calidad instrumental de sus músicos, Manolo Gil, teclado; Diego Miranda, bajo; Óscar del Ramo, batería; Sergio Rivas, guitarra; y las voces de las coristas Sandra de Victoria y Esther Peñas.
Con temas míticos de Queen y también interpretando canciones inolvidables de los ochenta como Billie Jean de Michael Jackson, Momo se comió el escenario; su carisma es indiscutible y el público cató esa virtud desde el primer momento, así que el artista, con 15 años de éxitos a sus espaldas interpretando el legado musical de Freddie Mercury, leyó esta acogida y se animó a bajar del escenario para cantar y bailar junto a su público.
Ni algunas gotas de lluvia que cayeron sobre la plaza de Puerto Calero durante la última parte del concierto pudieron aplacar las emociones, al contrario, la gente pedía más y Momo se tenía reservada We Are The Champions para el momento estelar de su despedida.
El magnetismo de la cultura unió a británicos, alemanes, canarios, españoles y personas de otras tantas nacionalidades que hablaron el idioma universal de la música y su disfrute, ajenos a pasaportes, religiones o costumbres. Y qué fronteras pueden tener Bohemian Rhapsody, We Will Rock You o la veintena de canciones del concierto de Puerto Calero incluida Tanto amor no es bueno, una versión adaptada por Momo al español de Too much Love will kill you, autoría de Brian May, guitarrista y compositor de Queen, que apadrinó uno de los discos de Momo, un gesto que da luces sobre el valor del artista invitado a Puerto Calero. El público disfrutó de un gran espectáculo y los siete artistas sobre el escenario se lo pasaron pipa junto a él.