Un grupo de amigos a los que les gusta el baloncesto. Es la definición exacta de Roscachapas. Tras cierto tiempo en torno a las pachangas y el baloncesto callejero conejero, estos “dawgs” (amigos) dieron el paso a la competición oficial sin el anhelo y la presión de las victorias, tan solo demostrando su cariño a esas pelotas naranjas de 29,5” de diámetro y 624 gramos de peso pero, sobre todo, al tercer tiempo de amistosas cervezas tras cada encuentro, sea cual sea el resultado obtenido en el partido.

Seguramente son el único equipo de competición federada en Canarias que no pensaba en conseguir victorias en esta, su primera temporada, pero, cosas del destino y, quizás del propio baloncesto, que ha pensado en devolverles todo el respeto que demuestran al noble deporte de la canasta, se han encontrado con una victoria inesperada. La Federación les ha dado por ganado, con un marcador algo pírrico eso sí, cero a dos, un partido celebrado en Fuerteventura, al parecer por alineación indebida de los majoreros. Pero es solo eso, una victoria. Ellos seguirán disfrutando cada minuto que pasen sobre el parqué con el resultado que sea. Amor por el basket. Gracias.