Gran Canaria será la sede de la próxima Copa del Rey de Baloncesto de la ACB, que se celebrará entre el 13 y el 16 de febrero de 2025, después de que la ACB y el Cabildo insular llegaran a un acuerdo para que la competición vuelva a la isla siete años después de la última vez y por cuarta ocasión en la historia.
El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, y el presidente de la ACB, Antonio Martín, han presentado este acuerdo acompañados por el consejero insular de Deportes, Aridany Romero, y han señalado que la isla acogerá los siete partidos que decidirán el título de la Copa del Rey, así como la fase final de la Minicopa Endesa, además de muchos más eventos.
El presidente de la ACB, Antonio Martín, indicó que Gran Canaria «siempre» ha acogido a la Copa y a sus aficiones de una «manera extraordinaria», según ha informado el Cabildo insular en nota de prensa.
«La Copa del Rey es cercanía y muchas veces la distancia geográfica no debe marcar la cercanía que queremos transmitir a esta isla, por lo menos en la parte del baloncesto y la parte ACB durante una semana», dijo.
Asimismo expuso que la competición proyecta la imagen de «un sitio de una manera extraordinaria, por cómo es el evento y lo bien reconocido que está. Y Gran Canaria es en este sentido tranquilidad, conocimiento en organizar eventos, ilusión y color».
Por su parte, el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, resaltó que el poder de «arrastre social del deporte le convierte en un espejo y en un vehículo muy valioso para la transmisión de valores como la tolerancia, la igualdad y la universalidad en el acceso a la práctica deportiva».
Además agregó que las «particulares» características del mundo del baloncesto encarnan de un modo «muy especial y marcado el poder del deporte para ayudar a forjar sociedades más inclusivas, respetuosas y basadas en el encuentro alrededor de una misma pasión».
Para Morales el regreso de esta competición a la isla tras las ediciones de 2015 y 2018, celebradas en el recinto del Gran Canaria Arena, y la de 1990, «es prácticamente como recibir a un amigo en casa, en sintonía con el sentimiento de comunión y fraternidad que comparten los aficionadas y aficionadas» que volverán a acoger en 2025.
En cuanto al plano económico, apuntó que la Copa del Rey encaja dentro de la «estrategia de diversificación y convertirá a Gran Canaria en el punto de encuentro de miles de aficionados» que podrán disfrutar durante su estancia de los «múltiples servicios y atractivos que ofrece la isla, además de llevarse de vuelta un conocimiento más cercano» de la realidad cultural.
Agregó que el impacto económico inducido de los patrocinadores en la última edición fue de 68 millones de euros y el directo para la ciudad organizadora de 9,7 millones de euros, para concluir resaltando que se evidencia así «una vez más que un territorio insular como Gran Canaria es capaz de albergar los mayores eventos deportivos, aportando además perfiles diferenciadores» vinculados al clima, a su carácter «cosmopolita y hospitalario», y a su «implicación con la sostenibilidad».
Agencias EP