El Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), entidad pública dependiente de la Consejería de Universidades, Ciencia e Innovación del Gobierno de Canarias, dirigida por Migdalia Machín, ha acogido este miércoles en sus instalaciones en Pozo Izquierdo, Gran Canaria, la reunión de lanzamiento del proyecto ALGASAL+ cuya innovación radica en utilizar la salmuera procedente de plantas desaladoras como recurso hídrico alternativo para la acuicultura vegetal marina terrestre. Junto al ITC, completan este consorcio el Banco Español de Algas (BEA), dependiente de la Fundación Canaria Parque Científico Tecnológico de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), y la Universidad de Almería (UAL). Además, la empresa gallega Portomuiños, referente en el sector de las algas en la industria alimentaria, colabora en esta iniciativa.
En la reunión, que contó con la participación de representantes de todas las entidades que intervienen en el proyecto, se abordaron las principales líneas de acción a desarrollar durante los próximos meses, así como la planificación de las actividades y los hitos previstos. El director de I+D+i del ITC, Gonzalo Piernavieja, dio la bienvenida a los miembros del consorcio, entre los que se encontraban Eduardo Portillo, jefe del departamento de Biotecnología del ITC y miembros de su equipo: Marianna Venuleo, responsable de producción, y Sara García Poza, responsable del proyecto; Juan Luis Gómez Pinchetti, director científico del BEA, acompañado por personal técnico: Ignacio González, Antera Martel y Carlos Almeida; y, por parte de la Universidad de Almería, Cintia Gómez y Gabriel Acién, que participó en remoto. En representación de Portomuiños, asistió Manuela Buján del departamento de I+D.
El proyecto ALGASAL+, bajo la coordinación del ITC, nace con el objetivo de implementar un sistema de acuicultura basado en el cultivo de algas nativas en condiciones de hipersalinidad, utilizando el agua de rechazo de desaladoras, conocida como salmuera. Este enfoque novedoso, que combina la desalación de agua marina y la biotecnología azul, forma parte de una estrategia de economía circular que busca optimizar la eficiencia de los recursos (agua, energía, nutrientes), a la vez que reducir la huella ecológica en la acuicultura vegetal marina terrestre.
La reutilización del agua de rechazo de la desalación en la industria de la acuicultura persigue obtener un producto final (biomasa) de gran valor para la industria alimentaria y otros sectores como la nutracéutica por sus compuestos bioactivos. Las algas del género Ulva, comúnmente conocidas como ‘lechugas de mar’ y que están presentes en los ecosistemas de Canarias y Almería, serán la especie predominante en este estudio, al contar con un perfil nutricional de interés por su alto contenido en proteínas y fibra.
Con ALGASAL+, el ITC y sus socios buscan establecer una fuente alternativa y sostenible de recursos para la industria alimentaria y fomentar una acuicultura más competitiva, sostenible e innovadora en las regiones de Canarias y Almería. Los resultados del proyecto incluirán el desarrollo de productos a base de algas cultivadas de manera sostenible, con un enfoque en la seguridad alimentaria y la creación de nuevas oportunidades industriales para la biomasa generada.
ALGASAL+ (acrónimo de ‘Cultivo sostenible y competitivo de algas nativas asociado a vertidos de salmuera de desaladoras para la mejora del medio natural. Valorización del producto final en la industria alimentaria’) cuenta con un presupuesto global de 450.000 € para su ejecución hasta enero de 2026 y recibe financiación del Programa Pleamar 2021-2027, cofinanciado por el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca y de Acuicultura (FEMPA), a través de la Fundación Biodiversidad, adscrita al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO).