En una jornada donde la brisa del Atlántico parecía susurrar historias de victorias pasadas, el Unión Sur Yaiza escribió un nuevo capítulo en su historia. El equipo, dirigido por la astucia táctica de Maxi Barrera, se enfrentó a una UD Las Palmas Atlético que ya había doblado las rodillas ante los sureños en dos ocasiones en la fase regular con la esperanza de hacer bueno el dicho de que no hay dos sin tres.
El Anexo de Gran Canaria vibraba con la energía de los aficionados, cuyos cánticos y aplausos resonaban como un solo corazón latiendo al ritmo del fútbol. El partido comenzó con un Yaiza decidido, presionando alto y buscando la portería contraria con las ideas muy claras. Las oportunidades no tardaron en llegar, teniendo la primera de ellas el Unión Sur Yaiza, con un lanzamiento cruzado de Emiliano Trovento que se fue cerca del palo de la portería de Álvaro, mientras que la más clara del equipo amarillo fue una peligrosa sesión de Enrique Castaño que a punto estuvo de sorprender a su cancerbero.
El gol que rompió el empate inicial fue una obra de arte. Una jugada colectiva, tejida con la precisión de un relojero, culminó con un disparo de Emiliano Trovento que se coló en la red, desatando la euforia en las gradas. El Unión Sur Yaiza no solo había marcado el primer gol, sino que había dado un paso gigante hacia su objetivo.
Con el cero a uno acabó la primera mitad, sin aires de cambio en ninguna de las plantillas iniciales del encuentro.
A medida que el reloj avanzaba en la segunda parte, el equipo local mostraba más posesión de balón y más acercamiento al área de Nauzet Pérez, sin que este tuviera mucho trabajo.
Por su parte el Unión Sur Yaiza ponía en marcha su solidez defensiva, repeliendo cada intento de ataque y manteniendo la calma bajo presión, intentado salir al contragolpe, aunque sin materializar ocasiones claras de gol. El pitido final llegó como un dulce canto de sirena, confirmando que el Unión Sur Yaiza había tomado la delantera en la lucha por el ascenso.
En la retirada a vestuarios se formó una pequeña tangana con empujones e insultos donde salió mal parado el Unión Sur Yaiza, al ser expulsado su guardameta, mientras que ningún jugador amarillo era ni tan siquiera sancionado.
El Unión Sur Yaiza se encuentra ahora en una posición privilegiada, con la mirada fija en el premio final. La próxima jornada será crucial, y el equipo sabe que cuenta con el apoyo incondicional de su afición para seguir haciendo historia.
Incidencias: Partido disputado en el Anexo de Gran Canaria perteneciente a la ida del primer partido de la Fase de Ascenso a la Segunda RFEF con la presencia de unos 750 aficionados, con algunos llegados desde Lanzarote.