El senador del PSOE por Lanzarote y secretario cuarto del Senado, Francisco Manuel Fajardo, ha comparado el conflicto institucional entre la Cámara Alta y el Congreso, impulsado por el PP por la Ley de Amnistía, con el intento de golpe de Estado del 23F al afirmar que este choque es «casi un ‘quieto todo el mundo'».
Así se ha expresado el senador socialista durante el debate de la iniciativa impulsada por el PP en la que se plantea por primera vez en la democracia un conflicto entre órganos constitucionales al Congreso por la proposición de ley de amnistía, ya que piden a la Cámara Baja que la retire al entender que «es una reforma Constitucional encubierta».
Durante su intervención, Fajardo ha dicho al PP que este choque institucional inédito entre Senado y Congreso es «un auténtico disparate». «Es casi un ‘quieto todo el mundo'», ha añadido el senador socialista, refiriéndose a las palabras que profirió el coronel Antonio Tejero en el Congreso durante el intento de golpe de Estado del 23F.
A su vez, el parlamentario del PSOE ha acusado a los ‘populares’ de «agarrarse» a un párrafo del informe de los letrados del Senado en el que se habla del conflicto institucional entre el Senado y el Congreso para finalmente acabar planteándolo en la Cámara Alta.
Eso sí, el senador socialista ha mostrado sus «dudas» de que el PP finalmente acuda al Tribunal Constitucional (TC) una vez aprobada la Ley de Amnistía, recordando que el PP también se reunió con Junts para abordar la investidura de Alberto Núñez Feijóo.
En este contexto, Fajardo ha apostillado que el líder de Junts Carles Puigdemont amenazó con desvelar las conversaciones con el PP, algo que también ha sido utilizado por la senadora de Junts María Teresa Pallarès en su intervención: «Todo se sabrá».
Los ‘populares’ usarán su mayoría absoluta en el Senado para aprobar este miécoles el conflicto de competencias inédito entre las dos Cámaras, por lo que llegará al Congreso el jueves 11 de abril, que tiene un plazo máximo de respuesta de 30 días.
De esta manera, la institución presidida por Francina Armengol tendrá de plazo hasta el 11 de mayo, un día antes de las elecciones catalanas, para responder. Si no lo hace o su respuesta es negativa, el siguiente paso sería llevar al Tribunal Constitucional el conflicto de competencia. Esto no dilata la tramitación ni se paraliza, a no ser que se pidan cautelarísimas.
Por su parte, el encargado de defender el conflicto institucional ha sido el senador del PP Antonio Silván, que ha reprochado a Fajardo sus palabras y ha utilizado durante su intervención los mismos argumentos esgrimidos por los ‘populares’ en su iniciativa para reclamar formalmente al Congreso que retire la proposición de ley de amnistía.
En este contexto, el senador del PP ha incidido en que la amnistía es una «reforma encubierta de la Constitución», tal y como reza el informe de los letrados del Senado, recordando que este debate no va sobre si la norma es constitucional o no.
«La amnistía no es materia de ley, sino de Constitución. No pertenece al Poder Legislativo y sí al poder constituyente. Por tanto, solo cabe abordarla mediante el procedimiento de reforma constitucional», ha proclamado Antonio Silván.
El senador de Vox Ángel Pelayo ha querido responder las palabras del parlamentario socialista sobre el 23F, asegurando que «lo más parecido a un ‘quietos todo el mundo'» que ha escuchado últimamente «lo dijeron los socios golpistas del Gobierno en 2017».
Por su parte, la senadora de UPN, que suele coincidir en las votaciones con el PP, en esta ocasión ha admitido sus «dudas jurídicas» con este choque institucional porque, según ha dicho, no ve «la motivación de tal conflicto».
La portavoz del PNV en el Senado, Estefanía Beltrán, ha acusado a los ‘populares’ de «activar toda la maquinaria» para impedir la tramitación de la amnistía.
En el caso de ERC, su portavoz, Sara Bailac, ha arremetido contra el «uso partidista» que, a su juicio, está haciendo el PP del Senado, aunque ha advertido de que «no pararán» la Ley de Amnistía. «Pero después de tanta instrumentalización, les va a quedar un Senado y unas instituciones públicas a la altura del betún».
Agencias EP