El presidente del Cabildo de Lanzarote, Oswaldo Betancort, mantuvo este martes un encuentro con el escultor británico Jason deCaires, tras el cual anunciaron la intención de reabrir el Museo Atlántico, único museo subacuático de Europa, con el objetivo de avanzar hacia un modelo de turismo azul que convierta a la isla en un referente a nivel internacional.
Después de la reunión, -en la que participó el CEO de la Sociedad de Promoción Exterior de Lanzarote (SPEL-Turismo Lanzarote), Héctor Fernández, y el director gerente de Promotur Canarias, José Juan Lorenzo, como muestra de apoyo al proyecto-; el presidente insular destacó la importancia de que se retome una iniciativa que sitúa a la isla en el mapa mundial de las actividades turísticas sostenibles que se realizan en los mares y océanos.
“El proyecto vincula una obra escultórica tan importante como esta con la riqueza de los fondos marinos de Lanzarote y La Graciosa, a la vez que permite diferenciarnos como destino turístico respecto a los competidores”, consideró Oswaldo Betancort, resaltando la importancia de la colaboración entre el artista -al que agradeció su visita al Cabildo insular- y la SPEL, para que la iniciativa sea pronto una realidad.
Asimismo, Héctor Fernández explicó que se creará un grupo de trabajo técnico y jurídico, en el que estarán presentes el Cabildo, la SPEL y el artista. “La finalidad de este grupo será definir un modelo y establecer un cronograma para la apertura del Museo; una reapertura -recordó- que es una demanda reiterada de los clubes de buceo de la isla”.
Por su parte, Jason deCaires, que ha regresado a la isla después de cinco años, manifestó que “Lanzarote y La Graciosa son dos lugares muy especiales para su proyecto artístico”, e hizo hincapié en que, “tras este tiempo sin visitar la isla, el Museo Atlántico continúa cambiando diariamente, debido a las dinámicas del ecosistema marino, por lo que realizaré una inmersión para conocer su estado actual”, aseguró. “Hoy hemos iniciado una vía de trabajo muy constructiva con la institución insular con una visión positiva”, valoró el escultor británico.
El Museo Atlántico, en Playa Blanca, fue inaugurado en 2016 y es el único museo subacuático en Europa, donde se puede bucear entre las impresionantes esculturas del artista Jason deCaires Taylor, conocido por sus creaciones submarinas. Se encuentra a una profundidad entre 12-14 metros.
Se desarrolló como un enorme arrecife artificial y consta de diez grupos diferentes de esculturas. Así, por ejemplo, el Rubicón es un grupo de 35 esculturas de personas que caminan hacia una hermosa pared con una abertura. Los verdaderos residentes de Lanzarote han sido utilizados de modelos para dichas esculturas. También puede verse la famosa balsa Lampedusa, una referencia a la crisis de refugiados en Europa. Otra parte del museo son un grupo de niños en pequeñas embarcaciones, llamado Los Jolateros.
Además, hay varias imágenes, que son mitad cactus y mitad humanas, que representan el entrelazamiento entre el hombre y la naturaleza. En referencia a la sociedad y la tecnología modernas, también existen esculturas de varios fotógrafos y de una pareja que están tomándose un selfie. En el Portal, una figura mira un espejo en el que se refleja la superficie del océano. El Desregulado muestra un parque de recreo en el que hombres de negocios con trajes juegan en un columpio y balancín.
El último grupo de esculturas muestra unas 200 figuras de personas dispuestas en un círculo. Con este impresionante arrecife de imágenes, el artista quiere llamar la atención sobre la belleza del mundo submarino y la necesidad de protegerlo.
En 2006, Jason deCaires Taylor creó el primer parque de esculturas submarinas del mundo en Grenada. National Geographic considera que este parque es una de las 25 maravillas del mundo. En 2009 continuó con MUSA, un museo submarino con más de 500 esculturas en la costa de Cancún en México. Estos ambiciosos proyectos tienen como objetivo lograr una interacción positiva entre las personas y el mundo submarino.
El arte de Jason deCaires Taylor es único y muestra cómo los objetos hechos por el hombre, una vez hundidos en el océano, se convierten en arrecifes artificiales llenos de vida marina. Sus objetos de arte son, por lo tanto, ejemplos positivos de conservación de la naturaleza. Sus obras contribuyen a mejorar la conciencia ambiental y al mismo tiempo ofrecen la oportunidad de admirar la belleza natural del fascinante mundo submarino.