La Muestra de Ganado de Uga del pasado fin de semana no solo fue un recinto de exhibición de animales, sino que el Ayuntamiento de Yaiza planteó en ella espacios de análisis y reflexión sobre este sector productivo como el coloquio de ecoganadería participado por técnicos y trabajadores del sector primario de Lanzarote que hoy explotan con éxito granjas ecológicas en la Isla y la valiosa aportación de Andrés Rodríguez Batista, técnico capataz del Cabildo de La Palma y experto en gestión de subproductos orgánicos de origen agroganadero y forestal, que resumió la experiencia de 20 años del Programa de Agricultura Sostenible de la Isla Bonita.
Aparte de las subvenciones de las instituciones competentes, el debate puso sobre la mesa la implantación del plan forrajero de Lanzarote como estímulo real a la llegada de nuevos trabajadores al sector primario o el paso de explotaciones de ganadería convencional a ganadería ecológica. Sin desconocer la falta de lluvia en Lanzarote y la situación de sequía prolongada, el objetivo es que los ganaderos sean lo más autosuficientes posibles en la producción de los complementos de la alimentación de sus animales: “que la propia explotación plante sus forrajes”.
El plan forrajero de Lanzarote estudió ya hace años la viabilidad de especies autóctonas y de fuera. “Estamos en un momento adecuado para darle un empujón, ponerlo en práctica y suministrar ese forraje a todos los ganaderos para que vean que allí tienen una oportunidad. Ahora mismo quesería El Faro, siendo convencional, está apostando por producir su propio forraje en verde”, sostuvo Teno Osorio, profesor de FP Ecoagricultura del IES Teguise.
El trabajo es conjunto, allí deben estar instituciones, técnicos, ganadores, agricultores e investigadores. La ganadería no puede ser entendida sin la agricultura y viceversa y en Canarias, y en particular en Lanzarote, hay un problema serio de pérdida de materia orgánica del suelo, “no se están aprovechando bien los residuos”.
El Programa de Agricultura Sostenible de La Palma ayuda a los agricultores convencionales a dar el paso a la agricultura ecológica y busca soluciones específicas a los problemas que plantea cada explotación. Desde 2009 las ayudas europeas están mucho más condicionadas a la gestión de residuos, entonces, el 30 por ciento de las explotaciones de Canarias se vieron en apuros ante las exigencias de la Unión.
El planteamiento de La Palma fue transformar ese problema, el de los residuos agroganaderos y forestales, en una solución. Pregunta Andrés Rodríguez, “¿qué hace una quesería con el suero?, ¿qué ocurre con el estiércol de los animales, con las podas de jardines o con la separación de materia orgánica en casa?, o ”¿qué se hace con la gestión de líquidos o todo se va por el barranco?” La Palma hizo un mapa adaptado a las necesidades de cada trabajador del sector primario a partir de las inquietudes de los interesados.
“Nos interesamos en el método del investigador Ildefonso Acosta para obtener fertilizantes de calidad aprovechando sueros, purines y otros residuos, pero de acuerdo a las necesidades del suelo de cada agricultor”, puntualizó Rodríguez. Así disminuye la dependencia de insumos externos y se promueve el desarrollo de una agricultura más respetuosa con el medio ambiente. La Palma también realiza cursos de compostaje doméstico y esas mismas experiencias son trasladadas a los centros educativos.
Expuestas estas y otras dificultades, es loable el trabajo del sector primario y de quienes se dedican a la agricultura y ganadería ecológica en Lanzarote, lastrada además por la gestión del ciclo integral del agua. La joven María Guerra, con tan solo 23 años de edad, gestiona una granja avícola en Tinajo: “es complicado alimentar los animales, así que aprovecho las sobras de lechugas o acelgas, pero la gallina necesita grano para producir huevos y me veo obligada a comprar pienso de fuera”.
El veterano ganadero ecológico Manuel Peláez reivindicó por su parte el rendimiento del producto del campo y sus propiedades nutritivas, así, subrayó que “el producto ecológico es salud, está libre de tóxicos y encima da un rendimiento de un 20 ó 25 por ciento más que el convencional”.
El ecoapicultor Klaus Guttenberger contó que la actividad que desarrolla “es un complemento porque no puedo vivir exclusivamente de ella. El rendimiento por colmena no se puede comparar con otras islas. En el conjunto de Canarias solo somos unos 20 apicultores ecológicos”.
Óscar Noda, alcalde de Yaiza, agradece las aportaciones de todos los participantes de este debate en Uga que se transmitió en streaming y que puede visualizarse digitando Coloquio Ecoganadería en el buscador de Youtube. “Todos aprendimos, nos recordó que seguimos con problemas de diez y más años, que la ganadería ecológica necesita mucha mayor atención por los requisitos en instalaciones de granjas, alimentación de animales, disponibilidad del territorio y gestión y aprovechamiento de residuos, extremos que demandan más atención técnica de parte del Cabildo de Lanzarote y el Gobierno de Canarias con la implicación de los ayuntamientos”.