El Gobierno de Canarias ha hecho público un informe en el que se esclarece que el riesgo que puede suponer la futurible línea de Puerto del Rosario – Tarfaya no es mayor que el que existe para el resto de conexiones que existen con Marruecos, por lo que desde AM-CC pide serenidad al sector primario ante la polémica.
Canarias y Marruecos están conectadas por cinco puertos diferentes desde las ciudades de Tánger, Casablanca, Aaiún, Safi y Agadir. Todas estas vías conectan el país africano con el archipiélago canario a través del Puerto de la Luz en Las Palmas y el Puerto de Arinaga en la isla de Gran Canaria, el Puerto del Carmen, en Lanzarote y con el puerto de Santa Cruz en la isla de Tenerife.
“Nos preguntamos por qué ninguna de estas líneas ha supuesto un problema hasta ahora, y sí parece serlo cuando hablamos de establecer una nueva conexión entre Canarias y Marruecos, y que esta se haga desde Fuerteventura”, criticó el secretario insular de Coalición Canaria en Fuerteventura, Mario Cabrera.
Cabrera detalló que la campaña de desprestigio que se ha hecho ante la futurible línea Puerto del Rosario – Tarfaya responde a “la manipulación de la información que se está llevando a cabo por parte de los intermediarios y grandes empresarios, que han dado la información que les interesa para mantener sus infraestructuras y monopolio donde les conviene”.
“Si esta línea se hubiera planteado en vez de en Puerto del Rosario en el Puerto de la Luz de Las Palmas no se hubiera generado ninguna controversia porque es donde esas empresas tienen sus bases logísticas”, señaló Mario Cabrera.
En este sentido, el secretario insular lamenta que “se juegue de esta manera con el miedo de la población y que se utilice al propio sector primario como arma arrojadiza”. Según ha continuado explicando Cabrera “la única diferencia que existe entre estas líneas que ya están en funcionamiento y la proyectada línea entre la capital majorera y Tarfaya es que esta permitirá el transporte de pasajeros”.
En el documento publicado por el Gobierno canario se establece que los riesgos que puede entrañar esta línea “serían extrapolables a movimientos desde cualquier puerto del norte de África hacia Canarias” y subrayan la importancia de “ser objeto de actuaciones preventivas”.
“Desde AM-CC consideramos que si el problema fuera la importación de productos o la conectividad con África, las propias organizaciones agrarias que se posicionan en contra del proyecto de línea marítima entre Fuerteventura y Tarfaya también lo estarían haciendo con el resto de puertos que comunican las islas con Marruecos, o estarían exigiendo políticas de regulación en los productos que llegan a las islas vía marítima”, argumentó Mario Cabrera.
“Un claro ejemplo de esto es la arena ilegal del Sáhara que sigue entrando a Canarias por el Puerto de la Luz y por el de Arinaga”, detalló el secretario insular. “Esta importación, además de incumplir tratados de la ONU por expoliar los recursos naturales de los saharauis, no pasa los controles fitosanitarios y sigue llegando a día de hoy a Fuerteventura”, sentenció Cabrera. “Eso sí, con una diferencia, en Gran Canaria se vende a 25 euros la tonelada y en Fuerteventura a 42 euros, resulta cuestionable que estas importaciones sin control no preocupen del mismo modo a los que sí les inquieta la conexión con Tarfaya”, incidió.
El secretario insular hizo hincapié en que “no hemos visto preocupación por el resto de líneas ni por las infracciones que se cometen, solo vemos como siguen alimentando la polémica y metiendo miedo al sector con unos argumentos ilógicos, pues Canarias ya mantiene tráfico marítimo con Marruecos y realiza operaciones de comercio marítimo con el país alauita”.
En Canarias se movieron en 2023 casi 2 millones de toneladas de fruta, verdura y legumbres procedentes de Europa, África y América a través de conexiones marítimas con las que cuenta el archipiélago “desde hace mucho tiempo”, explicó Cabrera, “que ahora se pongan los ojos sobre esta línea en Fuerteventura como un problema para la supuesta entrada de plagas no es más que una cuestión económica para el interés de algunos que hipócritamente han disfrazado de preocupación”, concretó el secretario insular.
“No podemos cerrarnos al mundo”, concluyó Cabrera. “Lo que sí podemos hacer es fortalecer las medidas de prevención e inspección, no para esta línea, sino para todas, crear planes exclusivos para Canarias, y hacer que cualquier línea que llegue a nuestras costas sea segura para el sector primario y para la sociedad”.
Como establece en el citado informe, entre las acciones de prevención de riesgos destacan el refuerzo de los protocolos de limpieza, desinfección y desinsectación de los medios de transporte marítimo y terrestre vehiculado en éste, inertizar en base a un estudio de riesgo las materias que pudieran actual como fómites, extremar la bioseguridad en los Puestos de Control Fronterizos (PCF), así como reforzar la sensibilización sobre el riesgo existente, y la vigilancia pasiva incrementando los medios destinados a la misma y a la notificación inmediata de cualquier sospecha de enfermedad en las explotaciones.
Desde AM-CC queremos pedir que, se lleve a cabo o no la futurible línea Puerto del Rosario-Tarfaya, se haga en Fuerteventura una inversión en el Punto de Inspección Fronteriza (PIF) de la capital proporcional a la que se llevará a cabo en el muelle de la Luz en Las Palmas, que multiplicará por tres el PIF con el que cuenta ahora.