El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, ha dicho este lunes que los empresarios turísticos «tienen que cambiar» y ser responsables y subir los sueldos porque la riqueza que produce el sector se tiene que repartir entre toda la sociedad.
«Estamos todos de acuerdo en que así no podemos seguir», ha indicado en una entrevista concedida a ‘Radio Club Tenerife’ en la que ha apuntado que no va a decirles lo que «quieren oír» sino que están «explotando algo que es de todos» y por tanto deben tener «corresponsabilidad».
En su opinión, «el turismo tiene que ser consciente de que es nuestra principal fuente de riqueza, y siendo eso así y ganando ellos mucho dinero, tienen que ser responsables de que esa riqueza tiene que democratizarse y que tiene que tirar del resto de los sectores».
Clavijo ha admitido que le «preocupaba» que se increpara a los turistas en los aeropuertos pero al mismo tiempo aplaude que los canarios vayan a salir a las calles el 20 de abril porque «es importante» que la sociedad «salga y exprese su malestar».
Ha mostrado su confianza en la Conferencia de Presidentes de cabildos que se reunirá por primera vez en el Parlamento el 30 de abril porque la planificación urbanística debe hacerse «entre todos», con el concurso de cabildos y ayuntamientos.
«Si hay un movimiento que va en esa línea, yo estoy encantadísimo, es más, lo aplaudo», ha destacado.
Sobre la moratoria turística ha apoyado la que se hizo en el año 2000 bajo un Gobierno de CC pero ha reconocido que «se hizo mal» porque ya se llevan pagados casi 1.000 millones en indemnizaciones.
En ese sentido cree que se abre ahora una «gran oportunidad» para establecer «entre todos» hacia dónde se va y con grandes pactos a los que se sume la oposición. «Yo creo que es perfecto y si además tenemos una sociedad que lo demanda y nos da un toque de atención a todos, yo encantado», ha destacado.
Sobre la ley canaria de alquiler vacacional ha apuntado que es una medida «valiente» porque en los últimos diez años, esta modalidad ha representado lo que supone la apertura de 437 hoteles de 500 camas y en suelo residencial, al margen del planeamiento.
Ha asumido que el alquiler vacacional es un formato de mercado que tiene demanda y «efectos negativos» si no se regula y defiende que la nueva norma está más orientada para «proteger al pequeño propietario que para el gran propietario» con el fin de evitar los llamados «no hoteles», edificios con viviendas turísticas.
Por ello ha apoyado también que se fijen «estándares de calidad» porque el objetivo es «tener menos turistas y que los turistas gasten más y sean más rentables» y en ese sentido, censura que haya ofertas alojativas como «alquilar una azotea» o poner casetas de campaña en locales comerciales.
Ha dicho que el Gobierno no va a estar en una posición «inmovilista» durante el proceso de información pública dado que la norma no va «contra nadie» y sí en defensa del interés general de Canarias, algo que se verá también en el trámite parlamentario.
Agencias EP