El tenista español Carlos Alcaraz se proclamó campeón de Roland Garros tras vencer en cinco sets en la final al alemán Alexander Zverev, por 6-3, 2-6, 5-7, 6-1, 6-2, logrando así el tercer ‘Grand Slam’ de su palmarés en una nueva superficie, rey de la tierra después de exhibirse los dos últimos años en el US Open y Wimbledon.
El murciano, de 21 años, el más joven de la historia en alcanzar las finales de las tres superficies, demostró una vez más estar hecho para la gloria en un domingo de máxima tensión en la Philippe Chatrier contra un Zverev que, después de ganar en Roma, estaba en su mejor momento. Alcaraz sufrió sobre todo en el tercer set pero recuperó su juego a tiempo de iniciar su propia historia en París.
Territorio de Rafa Nadal, 14 veces campeón que no pudo llegar lejos porque se encontró con el alemán en primera ronda, la Copa de los Mosqueteros la mordió otro español, un Alcaraz que siempre ha estado llamado a suceder la leyenda del balear. Con su tercer ‘grande’ en los últimos tres años sin fallo en las finales, el de El Palmar volvió a enseñar calidad, cabeza y tenis para rato.
Como no podía ser de otra manera, visto el nivel de ambos estas dos semanas, la final se decidió en el quinto y definitivo set en un guion impredecible. Ahí, la dinámica era favorable al español, que había tenido que ganar el cuarto tras ese bajón del tercero y el pupilo de Juan Carlos Ferrero tomó ventaja con un ‘break’ temprano. Sin embargo, Zverev peleó cada resto para recuperar la desventaja y obligó al máximo a un Alcaraz que tuvo respuesta.
En semifinales contra el italiano Jannik Sinner y en la gran final ante otro de sus mayores rivales, el murciano jugó su mejor tenis en el momento decisivo. De primeras también estuvo más acertado el español. La entrada a una abarrotada Philippe Chatrier fue de nervios en ambos, pero Alcaraz los sacudió antes, valiente para ir a por los ‘breaks’ y poner un sólido 6-3.
Un larguísimo primer juego de la segunda manga confirmaba el cambio de dinámica, una fase de duros intercambios y de mucha igualdad. Zverev fue en busca del ‘break’, lo terminó encontrando en el quinto juego y enlazó cinco consecutivos para igualar el duelo en París. La montaña rusa de emociones se extendió al tercer parcial, donde el español se puso 5-2 antes de un terrible bajón que abrió la puerta al alemán.
El de Hamburgo dio un golpe en la mesa para verse de nuevo cerca de su primer ‘grande’, como en el US Open de 2020, pero de nuevo no supo gestionar la presión. Alcaraz no se quedó parado y la penalizó con un 4-0 de salida que solo frenó un ‘break’ del alemán. Ni eso detuvo el empuje de la tercera raqueta mundial, que consiguió llevarse el set y dejar todo para el quinto.
Ahí, la ola del murciano parecía imparable, aunque era más fácil decirlo. Alcaraz se encargó de hacerlo realidad con esa valentía para encontrar la ventaja. A remolque, Zverev volvió a soltar su juego y pudo recuperar el ‘break’ de seguido, con una polémica doble falta del español que le salvó el juez de silla. El número cuatro del mundo se mantuvo al acecho pero Alcaraz fue un muro.
El exnúmero uno del mundo, que perdió el año pasado en semifinales contra Novak Djokovic, sucedió en el palmarés al serbio para ser el décimo español en ganar en París. Con la madurez de los campeones y el tenis de una estrella, el joven murciano, que había jugado sólo cuatro partidos en tierra como preparación, los de Madrid, por una lesión en el antebrazo, alzó su tercer ‘grande’, sin importar la superficie, y reclamó una página de leyenda en la historia del tenis con todavía 21 años.
Agencias EP