El tenista español Carlos Alcaraz no pudo culminar este domingo su sueño de conseguir la medalla de oro olímpica después de caer derrotado (7-6, 7-6) en la final del torneo de Paris 2024 ante el serbio Novak Djokovic, que de este modo logra por fin el único gran éxito que se le había resistido.
El murciano certificó así la octava medalla para la delegación española en los Juegos Olímpicos y la segunda para el tenis español en la capital parisina tras el bronce horas antes de Sara Sorribes y Cristina Bucsa, pero no pudo emular a Rafa Nadal y su gesta de 2008 cuando fue campeón en Pekín tras haber ganado Roland Garros y Wimbledon.
Por su parte, Novak Djokovic acaba del mejor modo con una de sus ‘obsesiones’, la gloria olímpica, que se le había negado desde su debut en el evento en 2008, con lo que redondea un enorme palmarés donde sobresalen sus 24 ‘Grand Slams’.
La tierra de Roland Garros, donde tan solo unos meses antes Carlos Alcaraz había tocado el cielo, vio como Novak Djokovic conseguía doblegarlo por primera vez en una final de una gran cita. Hasta ahora, el balance del murciano era un impoluto 4-0 en sus cuatro finales de ‘grande’, con dos triunfos ante ‘Nole’, uno de ellos hace menos de un mes con mucha autoridad en la hierba de Wimbledon, pero esta vez, le tocó conformarse con el segundo puesto que, en los Juegos Olímpicos, al menos tiene un valioso premio como una medalla de plata, siempre más valorado con el paso del tiempo.
Lo que también ha conseguido Alcaraz es entrar en el olimpo del tenis español masculino junto a Rafael Nadal, Jordi Arrese, Sergi Bruguera, y Pablo Carreño, los otros ganadores de medalla individual, aunque la mejor noticia es que su juventud, solo 21 años, le dará la oportunidad de cobrarse una revancha en las próximas ediciones de los Juegos.
Todo ello en una final en la que Djokovic estuvo un punto por encima del español en todo momento pese a lo ajustado del resultado. Quizás fue en el primer set, donde Alcaraz desperdició hasta ocho bolas de ‘break’, el momento en el que el murciano estuvo más cerca de acariciar el oro. Pero la solidez y experiencia del serbio, y su determinación en los dos desempates, le acabaron dando un triunfo merecido.
Con una Philippe-Chatrier repleta de público, el encuentro comenzó con un Alcaraz un tanto tenso en los primeros puntos, que lo aprovechó Djokovic para disfrutar de su primera bola de rotura. Sería la primera de las cuatro que salvaría en sus primeros dos turnos de saque el español, ante un tenista serbio que presionaba todos sus servicios, aunque sin suerte en forma de ‘break’.
Un sufrimiento con sus primeros servicios que sirvieron a Alcaraz para crecer en el partido y, en el quinto juego del partido, disponer de las primeras opciones de juego al resto, aunque no aprovecharía ninguna de las tres de las que gozó.. Y tras saques complicados para ambos, Djokovic y Alcaraz encontraron la tranquilidad en sus siguientes turnos para colocar el 4-4. Todo igualado para el tramo decisivo de la primera manga.
Ahí, el de Belgrado demostró personalidad para llevarse el juego más largo del partido tras levantar hasta cinco pelotas de rotura, pasando la presión al español, que sacaba para mantenerse en el set. Y sin margen de error hasta en dos saques, afloró el mejor Carlos Alcaraz para, tras salvar una bola de set, mandar el partido a un ‘tie-break’ donde su rival fue más sólido (7/3) y le puso cuesta arriba el oro.
Esto hizo que el segundo set arrancase con un Djokovic cargado de confianza y un Alcaraz mermado moralmente. Así, cada uno de los servicios del español en el inicio de la manga se convirtió en un dolor de cabeza, aunque su talento y los errores de ‘Nole’ en momentos clave le mantuvieron vivo. Así, con 4-3 en el marcador, fue la primera ocasión en la que el murciano inquietó a su rival, aunque no conseguiría ni siquiera tener la opción de rotura.
Y como ocurriera en la primera manga, se entraba en el desenlace del parcial con todo muy igualado. Momento en el que Djokovic apretó al máximo para conseguir un ‘break’ que podría ser definitivo, pero Alcaraz resistió para intentar presionar con 6-5.
El tenista balcánico ni se inmutó y volvió a jugarse todo en una ‘muerte súbita’, donde volvió a ser mejor (7/2) y que le terminó por coronar justo en el mismo escenario donde hace algo más de dos meses se retiraba lesionado y hacía saltar las alarmas sobre su presencia en los Juegos.
Alcaraz se quedó tocado tras la derrota este domingo en la final olímpica ante Novak Djokovic, entre lágrimas y dolido, aunque también tranquilo por haberlo «dado todo», mientras que el serbio se emocionó como pocas veces en su exitosa carrera al lograr su objetivo del oro en Paris 2024.
«Es complicado. Hemos luchado un partido de casi tres horas. En dos ‘tie-breaks’, he tenido opciones y no las he aprovechado», dijo tras romper a llorar y recomponerse como pudo, en la entrevista a pies de pista en la Philippe Chatrier para Eurosport, con el extenista español Álex Corretja.
El de El Palmar reconoció que el campeón de 24 ‘grandes’ fue mejor en los desempates de cada manga. «Jugar contra Djokovic nunca es fácil, él siempre da un nivel muy alto en esos momentos y eso es lo que ha pasado. En esos momentos difíciles, en los ‘tie-breaks’, él ha dado un plus más que yo no he podidos conseguir», afirmó.
«También se lo merece esta oportunidad, duele perder de la manera que he perdido pero me voy con la cabeza bien alta de saber que lo he dado todo», añadió un Alcaraz que, a sus 21 años, rozó otra página dorada en su meteórica carrera de récord, aunque se colgó una plata de gran valor ante una leyenda.
Después, en rueda de prensa, «más relajado», el de El Palmar supo ver también su éxito. «Hice un gran torneo, un gran partido, estoy orgulloso de mi nivel. Delante mía tenía a un hambriento Djokovic, a un nivel impresionante. Volveré más fuerte y tengo que aprender de esto. Esta medalla es para toda España. Sentí que había decepcionado a los aficionados españoles, pero ahora, más relajado, creo que sí están orgullosos», afirmó.
Por otro lado, Alcaraz confesó que pudo sentir la presión de jugar la final olímpica. «No es lo mismo. He jugado cuatro finales de ‘Grand Slam’ y en los momentos difíciles subí mi nivel. Probablemente, hoy he sentido más la presión. He notado quizá la presión de jugar por mi país. Puede que haya sentido la diferencia de jugar por un ‘grande’ que una final de Juegos Olímpicos. Los Juegos son unos cada cuatro años, pude sentir esa presión», dijo.
Además, el murciano insistió en elogiar a un ‘Nole’ que, con los «números» en la mano, es el mejor de la historia. «Me ha dicho que ganaré el oro algún día. Mi momento llegará. Él se merece estar viviendo este momento. Le he escuchado muchas veces que quería este oro», añadió, pensando en descansar y después Cincinnati y US Open, tras una «semana diferente, emotiva y especial».
Por su parte, con el punto definitivo, Djokovic enseñó lo que significaba para él ganar el oro, a pesar de tener ya de antes el mejor palmarés de la historia del tenis. «Hemos jugado durante casi tres horas para dos sets. Ha sido una increíble batalla, una increíble lucha», dijo.
«Cuando mi último golpe le superó, era el único momento en que pensé que podía ganar el partido. Pensaba que podía ganar, pero llegar a hacerlo es distinto, él siempre tiene una respuesta. Sigue exigiéndome jugar mi mejor tenis», añadió.
‘Nole’, tembloroso y con lágrimas tras ganar, trató de explicar sus sentimientos. «No sé que puedo decir. Todavía estoy en shock. Sinceramente, me he dejado el corazón, el alma, mi cuerpo y mi familia, todo para ganar una medalla olímpica de oro con 37 años. Por fin lo he conseguido», afirmó.
«Por encima de todo está mi país. Jugar por Serbia me llena de orgullo. Sé que Carlos y Rafa (Nadal) aman jugar por España. Andy (Murray) adoraba representar a Gran Bretaña. Roger (Federer) lo hacía por Suiza. Alex Zverev ganó en Tokio por Alemania. Solo tienes que ver las reacciones de todos ellos cuando ganaron. Es algo especial», terminó.
Agencias EP