Este lunes ha tenido lugar en Marina Lanzarote una jornada de formación de Saborea Lanzarote.
El evento arrancaba con una oda al aperitivo y al postre, con un paseo matutino desde las fresas con champán a las sorprendentes uvas carbonatadas con las que estrenaban la jornada, a pesar de un sifón excesivamente juguetón.
Mientras el caprichoso sifón hacía su magia con las citadas uvas, Pedro Rodríguez Dios, Pedro García y Orlando Ortega (Lilium Restaurante) nos ofrecían sin pudor aromas de vino blanco en los que predominaban, vencedores y cómplices, el eneldo y el dulce amargor de la naranja.
Tras el choque violento e intenso de sabores arribaban a las jornadas unas «Nubes de miel y gofio de millo», unos daditos esponjosos y sabrosos, tentación innegociable para cualquiera, un digno amante para disfrutar junto a un buen café.
Llegaba el turno para acercarnos a las infusiones en frío a través de una «trufa de albahaca», armoniosa combinación de sabores con el chocolate como príncipe consorte. Se notaba la albahaca y se notaba el chocolate pero en franca delicadeza, en mezcolanza respetuosa, en una convivencia repleta de sabor.
«Un postre de cine» nos transportaba a un auténtico show de colores y sabores.
Rodríguez Dios finiquitaba la confesión culinaria en la isla de Lanzarote con una «Esponja de frutos rojos, cacao y café», más que recomendable para esas horas de la mañana de un lunes.
Al fin y a la postre, obsérvese el juego de palabras, una iniciativa que, a buen seguro, marca el devenir de Saborea Lanzarote, una apuesta por acercar a cocineros y cocinillas de la isla conejera la valiosa experiencia de otras cocinas cercanas.