Comunicado íntegro de Bergadà Abogados:
El Juzgado Mercantil número 1 de Las Palmas de Gran Canaria ha perdonado una deuda de 77.332,40 euros a un matrimonio de Lanzarote (38.666,20 euros al hombre y 38.666,20 euros a la mujer) cuya insolvencia se produjo al fracasar varios negocios que emprendieron debido a las diferentes crisis que ha sufrido el país, viéndose agravada a su vez por la subida de los intereses de los créditos solicitados y un mal asesoramiento de su entidad bancaria. De este modo, el juez exonera del pasivo insatisfecho a los clientes de Bergadà Abogados, despacho especializado en Derecho concursal, al aplicar la Ley de la Segunda Oportunidad.
En cuanto a los hechos, desde su llegada a España procedentes de Colombia la mujer trabajó en diferentes empresas del sector hostelero. En el año 2015 emprendió un proyecto personal como trabajadora autónoma en el ámbito textil durante algunos meses. De hecho, recuerda que «me concedieron los préstamos sin tener una nómina fija y apenas ingresos». Sin embargo, el negocio no alcanzó la rentabilidad esperada, lo que le llevó a cerrar la empresa, pero se quedó con deudas derivadas de la inversión financiera realizada.
Por su parte, el hombre había trabajado como peón en diferentes empresas del sector de la construcción, pero los empleos que encontraba eran temporales, ya que al vivir en una zona muy turística le iban surgiendo ofertas laborales de manera puntual. No obstante, durante los años en los que España sufrió la grave crisis inmobiliaria ésta afectó de manera directa al comienzo del declive económico financiero del núcleo familiar.
Además, en 2019, justo antes de comenzar la crisis que provocó la pandemia del coronavirus, el matrimonio tomó la decisión de abrir una cafetería, por lo que tuvo que pedir ayuda financiera a través de créditos personales, además de tener que adquirir un vehículo. Pero con la llegada del Covid-19 dicho proyecto quedó frustrado y la mujer, que hasta ese momento también había trabajado por cuenta ajena de manera intermitente en el sector hostelero, perdió su empleó de forma repentina, quedándose de este modo sin trabajo de forma indefinida, ya que dicho sector quedó afectado de manera directa por las restricciones sanitarias.
En este sentido, recuerda que «la empresa puso a los trabajadores en un ERTE y tan sólo teníamos una nómina de 400 euros, mientras que las cuotas de los préstamos y las tarjetas, más los intereses, ascendían a unos 1.000 euros mensuales, algo inasumible. Fue entonces cuando nuestra entidad bancaria empezó a hacer presión para que pagáramos, pero no podíamos».
A ello hubo que sumarle que la construcción de hoteles y apartamentos turísticos también quedó paralizada, por lo que el hombre se encontró en una situación de desempleo. Esto provocó que las dificultades financieras de la pareja les llevaran a buscar ayuda en diferentes entidades bancarias para afrontar las deudas arrastradas por los fracasos de los dos negocios, así como para cubrir los gastos diarios familiares. «Encadenamos una racha muy mala de suerte, porque nos daba la sensación que allí donde metíamos la cabeza iba mal. Era para volverse loco. Incluso, nuestro banco nos dijo que para que no nos incluyeran en ficheros de morosidad firmáramos un nuevo préstamo a más tiempo para hacer frente a los anteriores, y aceptamos pensando que era la única solución», lamenta el matrimonio.
Por su parte, la abogada que ha llevado el caso y socia fundadora de Bergadà Abogados, Marta Bergadà, explica que, «nuevamente, nos encontramos ante un caso en el que una serie de infortunios afectaron de manera directa a un matrimonio. Además, la entidad bancaria en la cual durante años habían depositado toda su confianza les dio una solución que no era correcta y, a su vez, un mal asesoramiento, complicando todavía más la compleja situación en la que se encontraban».
En el 2022 iniciaron un nuevo proyecto en el sector de la construcción, concretamente en las reformas de viviendas, pero los ingresos generados inicialmente eran equivalente al salario mínimo interprofesional. Por este motivo, «si no hubiera sido por nuestros hijos que nos estuvieron ayudando económicamente no hubiéramos tenido ni para comer», añaden.
Fue en febrero del año pasado cuando todo empezó a cambiar. El matrimonio recuerda que un día su hijo mayor les habló de Bergadà Abogados tras leer una noticia en la cual dicha boutique legal había logrado que a un empresario se le perdonara una importante deuda gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad. «Tenemos que reconocer que al principio teníamos cierta desconfianza, ya que desconocíamos la ley y durante años habíamos sufrido mucho. Pero nuestro hijo nos insistió en ponernos en contacto con Marta Bergadà y su equipo, ya que también había buscado información y todo eran buenas referencias», explica la pareja.
Así pues, se pusieron en contacto y establecieron una primera reunión por vía telemática y, posteriormente, aportaron toda la documentación solicitada. Marta Bergadà explica que «tenemos clientes de diferentes partes de España y en estos casos las videollamadas para establecer un primer contacto son fundamentales para que no tengan que desplazarse hasta Agramunt, en Lleida, donde tenemos nuestra sede».
En esta línea, también indica que «tras analizar la documentación vimos que los dos eran deudores de buena fe y que su situación de insolvencia se debía a la mala suerte de los negocios que no habían funcionado y a un mal asesoramiento por parte de su entidad bancaria, así que iniciamos el correspondiente procedimiento».
Paralelamente, el matrimonio comenta que «en ese momento se intensificaron las llamadas, a cualquier hora y todos los días de la semana, para que pagáramos la deuda que teníamos. Incluso, llegaron a enviar mensajes a nuestro hijo pequeño. De hecho, nosotros siempre quisimos pagar lo que debíamos, porque éramos conscientes de lo que habíamos solicitado y que teníamos unas obligaciones, pero llegó un momento en el que fue totalmente imposible porque no teníamos absolutamente nada».
La buena noticia se produjo recientemente, cuando el Juzgado Mercantil número 1 de Las Palmas de Gran Canaria perdonaba a la pareja de Lanzarote una deuda de 77.332,40 euros (38.666,20 euros al hombre y 38.666,20 euros a la mujer). «Cuando nos llamaron de Bergadà Abogados para decirnos que se nos había exonerado el pasivo insatisfecho nos pusimos a llorar. Fue una sensación increíble, maravillosa. Además, durante todo el procedimiento nos hemos sentido muy acompañados, lo que supuso una gran tranquilidad. Hemos vuelto a nacer».
Por ello, «ahora vemos el futuro totalmente diferente. La empresa nos está dando trabajo e ingresos y vamos a salir adelante. Tenemos mucha esperanza en que todo va a ir mejor y todo gracias al trabajo que ha hecho todo el equipo de Bergadà Abogados. Más felices no podemos estar y, por eso, a todo el mundo que se encuentre en una situación de insolvencia le recomiendo que contacte con Marta Bergadà y su equipo».
Por su parte, Marta Bergadà concluye diciendo que «en este país hay numerosos emprendedores que por la mala suerte han visto como sus proyectos quedaban frustrados, lo que ha ido acompañado de grandes deudas. Es importante que se les exonere del pasivo insatisfecho, ya que es la única manera de que puedan resurgir, crear nuevas empresas y generar puestos de trabajo y riqueza para España. En otras palabras, se merecen una segunda oportunidad».