“El bebé es de Pedro Sánchez” por Jacobo Medina

La crisis migratoria en Canarias alcanza dimensiones tan dramáticas que las palabras ya no bastan para describir el desamparo y la inacción gubernamental. La imagen de una madre sosteniendo a su bebé recién nacido, rescatado en aguas cercanas a Lanzarote el día de Reyes, es el reflejo más crudo de una tragedia humanitaria que se perpetúa. Este bebé,  nacido en mitad del océano en una travesía desesperada hacia Europa, simboliza algo más
profundo: el fracaso de las políticas migratorias y el abandono sistemático de una región que soporta sola el peso de una crisis que no debería ser su exclusiva responsabilidad.

La Navidad en Canarias terminó con un rescate que no debería haber ocurrido. El bebé, como tantos otros niños y adultos que arriesgan su vida en la ruta canaria, no debería haber nacido en un cayuco, rodeado de frío, peligro y desesperación. Pero aquí estamos, en 2025, sumando cifras escalofriantes: en apenas seis días, 822 migrantes han llegado a Lanzarote.

Durante 2024, la isla registró la llegada de 4.296 personas en 84 embarcaciones, incluidos 562 menores no acompañados. Y mientras las estadísticas suben, la respuesta del Gobierno central se mantiene en el silencio y la indiferencia.

Pedro Sánchez es el responsable último de esta crisis. No hay excusas ni justificaciones. Su Gobierno ha permitido que Canarias se convierta en el epicentro de una tragedia humanitaria que debería preocupar a toda España y a toda Europa. Mientras tanto, las carpas temporales de Puerto Naos, diseñadas para emergencias puntuales, se convierten en refugios permanentes que evidencian la falta de planificación y compromiso. Cada dato, cada rescate, cada vida perdida en el océano es una bofetada que exige una respuesta inmediata.

Pero esa respuesta no llega. Lejos de articular una política migratoria integral que proteja la frontera sur de Europa y que alivie la carga de Canarias, el Gobierno de Sánchez sigue fomentando la división. La llegada masiva de migrantes se utiliza como un arma para enfrentar a las comunidades autónomas, polarizar a la sociedad y debilitar a los partidos políticos. Mientras el Ejecutivo central permanece cómodo en su inacción, las Islas Canarias enfrentan solas el desbordamiento de sus recursos, la sobreocupación de sus centros de acogida y la angustia de quienes ven cómo esta tragedia crece sin control.

La imagen de esa madre y su bebé no es solo un símbolo de esperanza, sino también un grito de auxilio. ¿Hasta cuándo soportará Canarias esta carga sin una respuesta adecuada?

El Gobierno central tiene en su mano la capacidad de solicitar ayudas europeas, reforzar las operaciones de Frontex y garantizar la protección de las fronteras. Pero, como denuncia el vicepresidente del Gobierno de Canarias y presidente del PP en las islas, parece que a Sánchez le interesa más perpetuar esta situación que resolverla.

Si el Estado no actúa, si no garantiza la atención a los menores no acompañados, si no invierte en los países de origen y tránsito para mitigar las causas de la migración, entonces cada tragedia en el mar será responsabilidad directa del Gobierno de España. Pedro Sánchez tiene la obligación de liderar una solución estructural. Basta ya de desidia.

Ese bebé nacido en el mar no solo pertenece a una madre migrante desesperada. Ese bebé también es de Pedro Sánchez. Su vida y su futuro están en manos de un Gobierno que ha decidido mirar hacia otro lado mientras Canarias se hunde. Es hora de exigir respuestas y de poner fin a este abandono inadmisible.
Jacobo Medina, vicepresidente del Cabildo de Lanzarote y La Graciosa y secretario del PP de Lanzarote.