El Partido Popular lamenta que el centro de atención integral que se levantará en lo que hace 14 años iba a ser una residencia de la Cruz Blanca en Altavista no salga adelante con el apoyo unánime de todas las fuerzas políticas como sería de esperar al tratarse de un servicio de carácter social altamente demandado.

Y es que, una vez más, el PSOE ha puesto en evidencia que es un partido de la abstención, del ‘no por el no’ y del ‘bloqueo sistemático’ de todo aquello que es incapaz de resolver cuando está en el gobierno. No apoyar abiertamente la modificación presupuestaria, para que se puedan sumar 7 millones de euros de remanente al millón que ya existía, y que la Diócesis de Canarias pueda ejecutar el proyecto viene a demostrar a las claras que ‘de social lo único que le queda al PSOE es el nombre’.

Para el Partido Popular el hecho de que la consejera de Hacienda del Cabildo, María Tovar, haya hecho posible la financiación requerida para culminar la construcción de esta nueva instalación debe ser motivo de satisfacción para todos. Por un lado porque permitirá disponer de más recursos asistenciales en la isla y, por otro, porque se acabará con la mala imagen que ofrecía este punto negro en la ciudad.

Tal y como expresó en la sesión plenaria del pasado viernes la consejera Maria Tovar, el Partido Popular ha defendido desde el minuto uno la que en 2009, cuando se puso la primera piedra, iba a ser una residencia de mayores. Desde 2012 hasta prácticamente el mandato pasado, a través de la parlamentaria Astrid Pérez se enmendaron sin éxito los presupuestos del Gobierno de Canarias. Ni siquiera el Gobierno de izquierda progresista de PSOE y Podemos, el que presumía de ser el más social de la historia, quiso incluir una partida económica para este fin.

Ahora, ha sido un gobierno con el Partido Popular en el Cabildo de Lanzarote el que cumple con el compromiso electoral y financiará con 8 millones euros de recursos propios el centro que está previsto que gestione Cáritas Diocesana.