No es fácil convertir en palabras lo que sucedió ayer en el Muelle de Cruceros de Arrecife. El concierto de la artista catalana había generado una gran expectación en Canarias y parte del público que llenó ayer el renovado recinto vino desde Fuerteventura y Gran Canaria. Objetivo: sentir emociones a flor de piel, algo que Lía Kali consigue en cada uno de sus conciertos. Mucha gente se adelantó para coger sitio en el espacio portuario antes de la hora prevista. A pesar de sus holgadísimos 3.600 m2, querían asegurarse una primera fila. Mirar cara a cara a la artista. Responderle y cantarle.
Y eso fue lo que pasó durante todo el show: el público coreó cada una de las canciones que han convertido a Lía Kali en la artista revelación de 2024.
Si nos obligasen a quedarnos con una sola frase, elegiríamos esta: “Cantarnos el dolor pa’que se vuelva chiquito”. Un verso que condensa el sentir de un disco entero, que fluctúa por distintos estilos musicales: del rap al soul pasando por el bolero. ¿Y por qué no? Si la vida es justamente eso: pura diversidad sonora, un combo a veces inexplicable de emociones.
No se queda atrás la emoción generada con el concierto inaugural de Cantera Rock, otro de los cabezas de cartel de Arrecife en Vivo 2024. Cincuenta alumnos y alumnas de la Escuela de Música Toñín Corujo se subieron al escenario del Islote de Fermina para interpretar versiones de bandas como Radiohead, Muse o The Smiths, con la dirección musical de Nino Artiles, la directora vocal Miran Sánchez y el director de la banda Toñín Corujo.
Para esta edición, la escuela reunió también a padres de alumnos y antiguos alumnos, convirtiendo el de ayer en el concierto inaugural de mayor afluencia de las once ediciones del festival. “Tenemos mucho que aprender de los chinijos”, decía ayer Semi Gil, codirector de Arrecife en Vivo. Y es que en la escuela que dirige el timplista Toñín Corujo se enseña mucho más que armonía o técnica vocal. El alumnado aprende a convivir, a cometer fallos, a respetar a la compañera. Para ellos, el de ayer fue su primer concierto profesional. Estaban emocionados por compartir escenario con bandas que admiran.
El Parque Ramiréz Cerdá acogió el concierto de Nat Simons con su banda al completo: Pau Rodas, Helena Poza, Anchel Solana, Laura Solla y Samuel Terroso. La artista lleva tiempo demostrando que
se puede rockear duro dando especial importancia a las melodías y a las letras.
Esto lo aprendió escuchando a Tom Petty pero lo tiene tan interiorizado que parece innato. Una de las voces más increíbles de la escena española presentó ayer su disco Felinas, una autoproducción llena de colaboraciones espectaculares. El recuperado escenario del Parque Ramírez Cerdá se llenó de un público muy diverso, incluidas ‘pequeñas guerreras estelares’ que vieron el bolo a hombros de sus padres.
El pasacalles de Psycho Clown volvió a demostrar que jugar es algo muy serio. Con pistolas de agua, tambores, bengalas y una txalaparta, un bellísimo instrumento de percusión euskaldun, desplegaron un show de percusión, fuego y diversión a lo largo de los dos kilómetros de recorrido peatonal que conectan los cuatro escenarios del festival.
Cala Vento fue, para muchas personas, la sorpresa de la jornada. Dos músicos de l´Empordà que recalaban por primera vez en Lanzarote para presentar su último trabajo, ‘Casa Linda’. Dos músicos con un don incontestable para construir universos enteros sólo con una guitarra y una batería.
Son la combinación perfecta: letras que hacen diana en lo que importa y una energía apabullante. Un
directo colosal que hizo brillar el escenario del puerto deportivo Marina Lanzarote.
El trío alemán Komfortrauschen ofreció un show durísimo de techno analógico, armados con una batería, un bajo y una guitarra, desarrollando por momentos melodías de videojuego de los ochenta y convirtiendo el Muelle de Cruceros de una isla de latitud subtropical en un sudoroso sótano de Berlín.
Los encargados de la apoteosis final fueron Perarnau IV y Drama, una asociación artística de dos músicos y amigos: el productor Martí Perarnau y la artista Zahara, que en esta ocasión improvisa visuales para acompañar el viaje tecnológico de Martí, que hunde sus raíces en la intelligent dance music de los noventa.
Arrecife en Vivo continuará con su segunda ruta gratuita de conciertos el próximo viernes 27 de septiembre, con Drûpe, Boskat, Sara Socas, Dúo Kie, El Chojin, Sho Hai y Dj CHK. El pasacalles estará dirigido por Kolpez Blai.