Escalada de tensión en Oriente Medio

Escalada de tensión en Oriente Medio

El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha anunciado este miércoles de madrugada el asesinato del líder del grupo islamista palestino, Ismail Haniye, en un ataque achacado a Israel contra el edificio en el que se alojaba en Teherán, la capital de Irán, sin que las autoridades israelíes se hayan pronunciado por el momento.

«Hermano, líder, mártir, Ismail Haniye, jefe del Movimiento, asesinado en un traicionero ataque sionista a su residencia en Teherán, tras participar en la ceremonia de investidura del nuevo presidente iraní», reza un comunicado de la organización publicado por el diario palestino ‘Filastín’ en su canal de Telegram.

Así lo ha confirmado también la Guardia Revolucionaria de Irán, que ha informado a su vez de la muerte de uno de los guardaespaldas de Haniye, y ha ofrecido sus condolencias a «la heroica nación de Palestina», según recoge la agencia de noticias iraní Tasnim.

Por su parte, Musa Abú Marzuk, un miembro del buró político de Hamás, ha expresado que el asesinato de Haniye es «un cobarde acto» que «no quedará sin castigo», mientras que el portavoz Sami Abú Zuhri ha señalado que Israel es consciente de que este ataque «supone dispararse a sí mismo».

«La ocupación quiere quebrar la voluntad del movimiento y quiere quebrar la voluntad del pueblo palestino, pero Hamás es una idea», ha aseverado antes de destacar que el grupo «se fortalece con cada gota de sangre derramada por la libertad».

«Este es un precio alto y estamos dispuestos a pagarlo por el bien de Jerusalén y la liberación, y este camino no tiene fin excepto el de la liberación», ha aseverado, al tiempo que ha expresado que «ha llegado el momento de la verdad». En este sentido, ha aclarado que el asesinato no servirá para «lograr que Hamás se rinda» y ha hecho hincapié en que «continuarán hasta el final» en su lucha por la causa palestina.

Haniye se encontraba en Teherán para asistir a la toma de posesión del nuevo presidente iraní, Masud Pezeshkian, con quien mantuvo el martes una reunión junto con el líder de Yihad Islámica, Ziyad al Najala, que también se encontraba en el edificio en el momento del ataque. Los dos líderes palestinos también habían mantenido un encuentro con el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei.

El ataque, que podría provocar la extensión del conflicto en la región, ha llevado a las autoridades palestinas a hacer un llamamiento a la movilización general y el «levantamiento ante la ocupación» desde las mezquitas de Cisjordania.

Haniye se ha convertido en el cargo palestino de mayor rango en ser asesinado desde que Salé al Arouri muriera a principios de este año en un bombardeo perpetrado en el sur de Líbano. Ocupó el cargo de primer ministro después de que Hamás se hiciera con la mayoría absoluta en las elecciones del Consejo Legislativo en 2006, si bien fue posteriormente destituido por Mahmud Abbas.

En caso de que se confirme la autoría israelí, se trataría de la operación de mayor importancia llevada a cabo por el Ejército de Israel desde los ataques perpetrados por Hamás el pasado 7 de octubre. Sin embargo, las autoridades se han negado a dar declaraciones al respecto y han descartado «responder a informaciones de medios extranjeros».

Aunque Haniye no es una figura militar significativa, se encontraba al frente de las relaciones internacionales del grupo armado palestino y era un interlocutor de vital importancia en el marco de las conversaciones mediadas por Egipto y Qatar con la vista a lograr un acuerdo para la liberación de los rehenes y un alto el fuego en Gaza, por lo que se prevé que su muerte tenga repercusiones sobre estas negociaciones. No obstante, el Gobierno israelí consideraba a Haniye uno de los responsables de los ataques del 7 de octubre.

A raíz de la noticia, varios líderes y altos cargos de países de Oriente Próximo han condenado este miércoles lo que han considerado como un asesinato «despreciable» del que era hasta ahora el líder del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Ismail Haniye, que se encontraba de visita en Irán.

Las autoridades de Egipto, Qatar, Jordania, Líbano y Siria, entre otras, han alertado de que el ataque perpetrado contra la residencia de Haniye en territorio iraní –y en el que ha muerto también uno de sus guardaespaldas– pone en peligro a la región y podría provocar una escalada de violencia.

El Gobierno egipcio ha manifestado que el asesinato del líder de Hamás es una muestra de la «falta de voluntad política» por parte de Israel para poner fin a la violencia, al tiempo que ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que estos últimos acontecimientos extiendan el conflicto a otros países.

El Ministerio de Exteriores ha puntualizado que la decisión socava «los extenuantes esfuerzos realizados por Egipto ysus socios para tratar de detener la guerra en la Franja de Gaza» y ha pedido al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas «evitar que la situación desemboque en una espiral de violencia fuera de control».

El primer ministro de Qatar, Mohamed Abdulrahmán al Thani, ha lamentado que la muerte de Haniye compromete las conversaciones de paz. «El asesinato por motivos políticos y la muerte de civiles en Gaza nos llevan a preguntarnos cómo puede tener éxito la mediación si una parte asesina al negociador de la otra parte», ha aseverado en un mensaje difundido a través de redes sociales. «La paz necesita de actores serios y una fuerte oposición a cualquier postura que vaya contra la vida humana», ha añadido.

Previamente el Ministerio de Exteriores qatarí ha señalado que se trata de un «crimen atroz» atribuido a Israel, que supone una «violación flagrante del Derecho Internacional». Qatar, junto a Egipto y Estados Unidos, han servido de interlocutores clave en el marco de las negociaciones de alto el fuego entre Israel y Hamás.

«Este asesinato y la actitud temeraria de Israel, que ha usado a los civiles gazatíes de objetivo, solo llevará al caos y pondrá en tela de juicio las posibilidades de lograr la paz», ha indicado el Ministerio en un comunicado en el que ha afirmado que Qatar «rechaza la violencia, el terrorismo y los actos criminales, lo que incluye los asesinatos por motivos políticos, independientemente de sus motivos». El país acoge la oficina política de Hamás desde el año 2012, después de que el movimiento cerrara sus oficinas en Damasco, Siria.

Por su parte, el primer ministro saliente de Líbano, Nayib Mikati, ha advertido de que la situación «ha escalado a un nivel peligroso», por lo que ha instado a la comunidad internacional a «dejar de ser un mero espectador de las transgresiones de Israel», mientras que las autoridades jornadas han procedido a condenar el ataque y a acusar a Israel de violar las normas internacionales y «provocar daños a la estabilidad regional», tal y como ha recogido el Ministerio de Exteriores en un comunicado.

Asimismo, el Gobierno sirio ha procedido también a condenar lo sucedido y ha alertado de que esto «podría llevar a que toda la región arda». «Denunciamos esta agresión sionista y este grave ataque contra la soberanía de Irán», ha puntualizado.

Por su parte, las autoridades turcas han dado un paso al frente y han condenado también el asesinato, al tiempo que han acusado al Gobierno de Benjamin Netanyahu de «carecer de intención alguna de lograr la paz», según informaciones de la agencia de noticias Anatolia. «La región se enfrentará a conflictos mucho mayores si la comunidad internacional no hace nada para detener a Israel», ha aseverado.

El propio presidente, Recep Tayyip Erdogan, ha afirmado que «la barbarie sionista no logrará sus objetivos» y ha expresado que lo sucedido «no acabará con la voluntad palestina». «Es una crueldad y busca acabar con la causa palestina, con la noble resistencia de Gaza. Busca intimidarlos», ha lamentado Erdogan.

A estos países se han sumado además otros actores internacionales, Irak, Pakistán, Rusia y China, que han procedido también a calificar el ataque de «inaceptable». «Esto no está bien. Es absolutamente inaceptable y provocará una escalada de tensión», ha dicho el viceministro de Exteriores ruso, Mijail Bogdanov, unas palabras que van en la misma línea que las del Ministerio de Exteriores chino, que teme un aumento de la inestabilidad en Oriente Próximo.

Posteriormente, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha apuntado a que este tipo de ataques están dirigidos a «obstaculizar los intentos de restaurar la paz en la región», según informaciones recogidas por medios rusos.

por otro lado, Las principales autoridades de Irán han condenado este miércoles el asesinato del hasta ahora líder del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Ismail Haniye, cuando se encontraba de visita en el país tras asistir en la víspera a la toma de posesión del nuevo presidente iraní, Masud Pezeshkian. Los socios de la milicia palestina atribuyen el ataque a Israel, que aún no se ha manifestado.

Así, el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, ha acusado al «criminal y terrorista régimen sionista» de haber matado a Haniye. «Nos entristece, pero también prepara el terreno para un duro castigo», ha manifestado Jamenei en una misiva recogida por la agencia iraní de noticias ISNA.

«El mártir Haniye dedicó su preciosa vida durante muchos años en el campo de la lucha honorable y estaba listo para el martirio, de esta manera había sacrificado a sus hijos y su pueblo (…) pero consideramos que es nuestro deber vengar su sangre», ha añadido.

Por su parte, el presidente Masud Pezeshkian ha asegurado que «la ocupación terrorista se arrepentirá» del «cobarde asesinato» del ahora exlíder del Hamás y ha mostrado su compromiso a «defender la integridad territorial y la dignidad» del país.

Pezeshkian ha indicado que Irán «está hoy de luto por el martirio del valiente líder de la Resistencia Palestina: ayer levanté su mano victoriosa y hoy me toca llevar su ataúd sobre mis hombros». «El vínculo entre las dos orgullosas naciones de Irán y Palestina será más fuerte que antes, y el camino de resistencia y defensa de los oprimidos se seguirá con más fuerza que nunca», ha aseverado en un comunicado.

En este sentido, ha hecho hincapié en que Teherán defenderá su integridad y «su honor», y «hará que los ocupantes terroristas se arrepientan» de sus acciones. Previamente, las autoridades iraníes han sostenido que el ataque no quedará sin respuesta. El Gobierno iraní ha decretado tres días de luto por este «acto bárbaro» perpetrado por «la secta sionista criminal y usurpadora».

En la misma línea se ha expresado el portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Naser Kanani, que ha lamentado la muerte de Haniye y ha trasladado sus condolencias a la «orgullosa nación palestina». «Es un acto despreciable y habrá una respuesta», ha aseverado antes de explicar que la investigación sobre lo sucedido sigue en curso.

En este sentido, ha alabado el trabajo y la dedicación de Haniye, un «luchador contra el régimen usurpador sionista» que ha buscado la «liberación de la oprimida nación palestina». «Su martirio fortalecerá el vínculo profundo e inquebrantable entre la República Islámica de Irán y la querida Palestina y la resistencia», ha manifestado, según informaciones recogidas por la agencia iraní de noticias IRNA.

La Guardia Revolucionaria Islámica también ha condenado el «acto terrorista del cobarde y criminal régimen sionista», al que acusa de violar las normas internacionales y haber atacado Teherán en un intento por «encubrir sus vergonzosos fracasos en la guerra de nueve meses en Gaza.

«Sin lugar a duda, este crimen del régimen sionista recibirá una dura y dolorosa respuesta por parte del poderoso y enorme frente de resistencia, especialmente del Irán islámico», han remachado los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica en un comunicado recogido por agencias locales.

Fuentes cercanas al asunto han indicado que el ataque, perpetrado sobre las 2.00 de la madrugada (hora local) se habría llevado a cabo con un misil guiado lanzado desde fuera del país. Lo ocurrido ha recibido rápidamente la condena de los socios de Hamás y países contrarios a Israel, a quien acusan del ataque.

Agencias EP