El Pleno del Cabildo de Lanzarote ha aprobado este martes iniciar el expediente para declarar a la cabaña camellar de la isla Bien de Interés Cultural (BIC) de carácter inmaterial, declaración que incluye prácticas y expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes, como tradiciones orales, artes escénicas, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y el universo, y saberes y técnicas vinculados a la artesanía tradicional.
El Área de Agricultura, que coordina el presidente Oswaldo Betancort, propuso al Servicio de Patrimonio Histórico iniciar los trámites para obtener dicha declaración dado los valores históricos y paisajísticos sobresalientes de la cultura del camello en Lanzarote, para lo cual se ha acordado incoar e instruir los procedimientos de declaración de BIC, que se elevará al Gobierno de Canarias para su resolución, así como los procedimientos de desafectación y modificación de estos bienes, puesto que se necesitan tomar medidas de salvaguardia adecuadas.
“El objetivo es proteger la figura del camello y reconocer la labor impagable que ha realizado este noble animal por los habitantes de Lanzarote, participando activamente durante cinco siglos en el desarrollo de este paisaje, que hoy, es el mayor atractivo turístico de nuestra isla”, considera Betancort.
El camello de Canarias es una raza autóctona, lo que significa que es único en el mundo, y la cabaña camellar de la isla es la más importante de Europa, por lo que queremos garantizar su pervivencia en un año tan señalado como este, puesto que el próximo 22 de junio se celebra el Día Mundial del Camello, con el objetivo de reconocer su rol frente a los efectos del cambio climático en el área donde habita, y este año 2024 ha sido declarado como el Año Internacional de los camélidos por la Organización de las Naciones Unidas con la finalidad de sensibilizar a la población y a los gobiernos de todo el mundo acerca de la importancia del aporte económico y cultural de los camélidos en la vida de los pueblos.
Los camélidos desempeñan una función importante en el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con la lucha contra el hambre, la erradicación de la pobreza extrema, el empoderamiento de las mujeres y la utilización sostenible de los ecosistemas terrestres. Proporcionan leche, carne y fibra para las comunidades, sirven como medio de transporte de bienes y personas, aportan fertilizante biológico y se adaptan muy bien a lugares donde otras especies de ganado no sobrevivirían.
“En este sentido, el Año Internacional de los Camélidos representa una oportunidad sin igual de concienciar sobre la función que tienen los camélidos para generar resiliencia ante el cambio climático, especialmente en las zonas y tierras áridas y semiáridas”, añade Betancort, recordando que el camello ha sido el gran superviviente de tierras inhóspitas en todo el mundo y quien permitió a las primeras colonias europeas tener una economía viable en las tierras semiáridas de Lanzarote y Fuerteventura.
En la actualidad, con el desarrollo de los transportes y nuevas maquinarias para la agricultura y la ganadería, nuestro camello canario ha sido alejado de estas extenuantes tareas y lo vemos colaborando y compartiendo sus esfuerzos con la nueva boyante actividad turística de Canarias.
Su porte y resistencia, al servicio de esta nueva y lúdica actividad turística, no debe hacer caer en el olvido la gran deuda que hemos contraído con los excepcionales camellos canarios, proteger la memoria de tan ardua colaboración de siglos y permitir que no caiga en el olvido de generaciones futuras.
Precisamente, tras la reunión mantenida este lunes con los representantes del sector, el presidente del Cabildo se mostró “profundamente satisfecho de escuchar sus reivindicaciones y adelantarles que se ha iniciado el expediente para declararles Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial, y de promover el asociacionismo entre todos los propietarios para que unan fuerzas a la hora de conseguir financiación para continuar con un proyecto tan importante para la isla de Lanzarote, que garantice el relevo general generacional de esta actividad”.
Por su parte, el vicepresidente de la Asociación del Camello Canario, Francisco Mesa, como representante del sector, reconoció que “el hecho de que los propietarios no estemos unidos, no limita mucho a la hora de poder crecer como sector, y creo que se lo debemos a nuestros antepasados, que desarrollaron un papel fundamental con estos animales llevándolo a tener la cabaña más importante de Europa, y ahora debemos modernizarnos y avanzar hacia la creación de una asociación insular y conseguir objetivos como el declarar los paseos a turistas en Timanfaya como patrimonio cultural y demostrar que somos un sector sostenible”.
“Me ha inspirado mucha confianza esta reunión con el presidente del Cabildo, y salimos con el ánimo de crear esa asociación, que tanto yo como él nos hemos comprometido en que será una realidad en este Año Internacional de los Camélidos, constituyendo la que será la primera asociación insular del camello en Lanzarote”, añadió.