La Fundación Juan Brito (FJB) se suma a la iniciativa ciudadana que el próximo 20 de abril de 2024 se dará cita en toda Canarias para manifestarse contra el actual modelo turístico de masas.La FJB tiene entre sus objetivos la defensa del patrimonio material e inmaterial de Lanzarote, patrimonio afectado directamente por dicho modelo turístico, ya que “borra los referentes”.
“Entendemos que sobran los motivos” para apoyar esta iniciativa ciudadana, señalan desde la Fundación Juan Brito. “El compromiso con la recuperación, conservación y divulgación del patrimonio tangible e intangible de Lanzarote es parte de nuestro ADN”, añaden.
“La FJB contribuye desde su programación y su activismo a una Lanzarote del siglo XXI basada en sí misma, en su esencia, en lo que la hace reconocible, en lugar de abandonarse a un sistema que consume territorio y borra los referentes”.
La iniciativa ciudadana del 20 de abril cumple este objetivo de la FJB, máxime cuando los aspectos patrimoniales que hicieron de Lanzarote una isla de referencia internacional han perdido peso hasta hacerla irreconocible. ¿Qué distingue hoy una zona turística de nuestra isla con el sur de Tenerife o de Gran Canaria? ¿Qué ofertamos que tenga valor en sí mismo para elegir Lanzarote frente a un chárter a cualquier resort del Mediterráneo o del Caribe? ¿Esa pérdida de personalidad, de referentes, de patrimonio se ‘compensa’ con un nivel de vida aceptable para todas las personas que habitamos Lanzarote?
En la Fundación Juan Brito nos hacemos, entre otras, estas preguntas. El sistema turístico imperante en Lanzarote desde hace décadas (masificación del territorio) afecta con dureza al patrimonio material e inmaterial de la isla.
“Lanzarote ha ido borrando su paisaje, su esencia, su tempo vital hasta volverse una marca blanca de sí misma; es nuestro empeño recuperar esos referentes para resituarnos en el mapa turístico internacional y en nuestra propia historia”.
Por último, la FJB hace hincapié en que el concepto de ‘socialización del patrimonio’ que promueve es una estrategia para la defensa integral de Lanzarote, además de una vía de integración para la población foránea que busca y necesita referentes patrimoniales, materiales e inmateriales, para contribuir activamente al desarrollo social de nuestra isla.