Coalición Canaria (CC) Yaiza condena el atentado histórico, cultural cometido por el alcalde, Óscar Noda, que ordenó destruir en apenas unas horas la Plaza de la Iglesia de San Isidro Labrador de Uga sin dar ningún tipo de explicación previa y sin que se conozca proyecto alguno sobre lo que se quiere conseguir con esta desgraciada actuación.
El portavoz de CC en el Ayuntamiento de Yaiza, Emilio Machín, lamenta la falta de respeto de un alcalde que “desoye a sus vecinos y gobierna de espaldas a ellos” y le exige que haga lo que no ha hecho hasta ahora, es decir, “que dé explicaciones inmediatas sobre este desastroso sinsentido que ha sobresaltado a vecinas y vecinos no sólo de Uga, sino de todo el municipio, que temen ahora cuál será la próxima ocurrencia de Óscar Noda y a dónde mandará mañana una pala mecánica a destruir el patrimonio del municipio”.
Machín no entiende cómo el primer edil sueño ha sido capaz de seguir adelante con los trabajos, a pesar de que todo el pueblo de Uga se manifestó este fin de semana exigiendo su paralización.
“Es un alcalde que gobierna de espaldas al pueblo, que se está cargando nuestra cultura”, ha señalado el edil, que recuerda que “la plaza de Uga forma parte de la historia de generaciones, de nuestra cultura y de nuestra vida”.
La formación nacionalista no entiende qué es lo que ha llevado al alcalde a acometer toda esta serie de despropósito. “Los vecinos han dicho NO, claramente, y los herederos han dicho que el Ayuntamiento ha actuado en una propiedad privada sin consultar a los propietarios, pues lo único que se cedió a la Iglesia son los 260 metros cuadrados donde ésta está construida, pero la plaza no”
El edil nacionalista, que no entiende el empecinamiento de Noda y de su equipo, afirma que su formación exigirá la restitución de la Plaza. “Ha sido un despropósito detrás de otro. Empezaron a acometer obras a toda prisa y con total oscurantismo, pues nadie podía sospechar que lo que en un principio parecía una poda más se convirtiese finalmente en este auténtico estropicio”, añade Emilio Machín.