La Consejería de Educación, Formación Profesional, Actividad Física y Deportes del Gobierno de Canarias, que dirige Poli Suárez, explora junto con la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de Andalucía soluciones innovadoras para la puesta en funcionamiento de energías renovables en la enseñanza pública, con el fin de seguir avanzando hacia la descarbonización y, en concreto, para el desarrollo de sistemas de bioclimatización en los centros educativos de las islas.
Estas acciones, que se enmarcan en el proceso de modernización y adecuación de las infraestructuras escolares que está llevando a cabo el departamento regional de Educación, atienden a las demandas de la comunidad educativa de las islas para la adaptación de los centros al cambio climático, convirtiéndolos en espacios más sostenibles.
En esta línea, el director general de Infraestructuras y Equipamientos, Iván González, ha mantenido una primera toma de contacto con el director de la Agencia Pública de Educación andaluza, Manuel Cortés, con el fin de conocer de primera mano los programas piloto que está llevando a cabo el Gobierno andaluz para la mejora de las condiciones térmicas y ambientales de las escuelas, mediante el uso de técnicas bioclimáticas y energías renovables.
En este plan pionero, los centros educativos de Andalucía se acondicionan con instalaciones de refrigeración adiabática, una actuación que va acompañada de la colocación de placas solares fotovoltaicas para la producción de energía eléctrica.
La refrigeración adiabática es un sistema ecológico de naturalización de espacios que baja la temperatura de las aulas mediante la evaporación de agua. Esta alternativa al aire acondicionado tiene un consumo eléctrico bajo (hasta un 80% inferior) y menos emisiones de CO2. La instalación, que no emplea líquidos refrigerantes, no reseca el ambiente y evita cambios bruscos de temperatura, utiliza siempre aire del exterior, con lo que garantiza la calidad ambiental en las clases.
El modelo implantado por la Agencia Pública de Educación en Andalucía persigue mejorar las condiciones térmicas y ambientales de las escuelas, especialmente en las zonas más vulnerables desde el punto de vista climático, garantizando así las condiciones de habitabilidad de la comunidad educativa de manera respetuosa con el medio ambiente y, con ello, reducir la huella de carbono de las edificaciones.
En su apuesta por las energías renovables, la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias idea aplicar sistemas de climatización similares en los centros educativos del archipiélago ubicados en zonas de severidad climática.
Esta actuación supondrá un importante avance, tanto por la actualización y modernización del conjunto de centros educativos públicos de las islas como por su contribución a cubrir sus necesidades de naturalización, ahorro, sostenibilidad y eficiencia energética. La financiación procederá de fondos europeos dentro del Programa Operativo FEDER 2024-2027.
El departamento que dirige Poli Suárez, en colaboración con la Consejería de Transición Ecológica y Energía, cuyo titular es Mariano Zapata, está desarrollando ya un proyecto que comprende la colocación durante este año de placas fotovoltaicas en medio centenar de centros escolares de toda Canarias.
Estas instalaciones educativas podrán mejorar sus condiciones eléctricas al mismo tiempo que reducen el consumo y, con ello, el gasto.
Se trata de una acción incluida en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para la autosuficiencia energética de las administraciones públicas, financiado por los fondos NextGenerationEU.