El pasado viernes, 17 de noviembre, el Teatro Víctor Fernández Gopar “El Salinero” acogía el estreno de la comedia “Bang Bang! Y somos historia” representada por la Compañía Teatral Actúa bajo la dirección de Germán Barrios.
La obra, escrita por Mark Gervasoni y Wilfredo Van Broock, es una alocada historia donde tres hermanos asaltan el teatro tomando al público como rehén, desarrollando una disparatada trama que provocó las risas de los espectadores desde el inicio y haciendo que los ochenta minutos de duración fueran disfrutados por el público, sin abusar de gags, mientras el espectador observaba desde su butaca como si estuviera en una gran montaña rusa de emociones.
Interpretada por un elenco versátil y totalmente canario, los actores Manuel Gil y Alby Robayna, junto a Germán Barrios como líder de la banda de los tres hermanos, además de Aythami Mesa y Salvador Correa, dan vida a cada uno de los personajes y que no parecen muy inteligentes, jugando con un humor sano, lleno de torpezas, similar a series o películas como los Blues Brothers o Los tres chiflados, pero todo enmarcado en un ambiente muy propio de Tarantino.
Con prácticamente el aforo completo, los actores se presentaron ante los asistentes de forma natural y con personajes convincentes en una ingeniosa puesta en escena prácticamente sin escenografía. La labor de Germán Barrios, como director de esta pieza teatral, junto con el asesoramiento artístico del propio coautor, Martín Gervasoni, hacen del divertido texto, con giros inesperados hasta el final, una obra que sigue resultando vigente tras más de veinticinco años desde su estreno.
Con la adaptación que la compañía Actúa representa, colmada de guiños y costumbrismos canarios, caracterizado todo por la ironía y la mordacidad, el guión genera una empatía instantánea con el espectador, demostrándoles que no siempre los métodos elegidos son los que lleva al fin buscado.
En resumen, una pieza teatral perfectamente interpretada, que obtuvo el Premio ACE al “Mejor Espectáculo de Humor”, nominada junto a Les Luthiers y Macocos, con ritmo cardíaco y una mirada crítica, a través de frustraciones laborales, en una atípica jornada de trabajo de aquellos que se dedican a apoderarse de los bienes ajenos o que al menos lo intentan.
Personajes absurdos, situaciones surrealistas, ironía y unas ligeras pinceladas de crítica social entre Pros y más Pros. Un espectáculo vivo, moderno y con mucho humor que nadie debe perderse.